Ildefondo Guajardo está disgustado por el encuentro de Enrique Ochoa con los alcaldes más importantes del PRI de Nuevo León, Adrián de la Garza de Monterrey y Francisco Cienfuegos de Guadalupe. Enterado de lo conversado, no comparte la idea del dirigente nacional de que desde el Estado se debe generar un aparato para movilizar estructuras y recursos a la campaña del Edomex de Alfredo Del Mazo.

Es entendible: Guajardo va a ser candidato en 2018 y si las condiciones no ayudan no habrá vía plurinominal y deberá hacer campaña para lo cual será preciso un partido robusto en una entidad donde el PAN tiene estructuras territoriales  fuertes y donde se suman opciones de Morena, Movimiento Ciudadano y los independientes del gobernador  Jaime Rodríguez.

Para tal fin cerca del funcionario ya manejan a la delegada de Economía en Nuevo León Carlota Vargas como potencial candidata para saltar al PRI estatal y desplazar a César Cavazos que llegó a esa posición con el aval de Manlio Fabio Beltrones y Héctor Gutiérrez de la Garza.

Guajardo pretende un partido más presente en la crítica diaria al Bronco, que tenga mayor contacto con las bases y que sea más contundente para ir tras los militantes acusados de corrupción. Está conversando esta situación al máximo nivel, directamente en Los Pinos, donde últimamente todo lo que ha pedido se lo han dado. La negociación con EU, y su rol en la misma, es una carta ganadora.

El secretario integró el staff de Rodrigo Medina antes de saltar a la arena nacional pero su candidatura a gobernador se vio frustrada porque Emilio Gamboa terminó encumbrando a Ivonne Álvarez

Gutiérrez de la Garza  también busca hacer campaña en el Estado en 2018 y viene a ser el gran rival de Guajardo por la candidatura al Senado.