Con el objetivo de levantar el ánimo de su tropa, Enrique Ochoa prometió durante una nueva sesión ordinaria del Consejo Político Nacional del PRI que su partido se quedaría con las tres gubernaturas en juego en 2017. Una promesa bastante difícil de cumplir a juzgar por las encuestas.

"Será el año del regreso del PRI, en el 2017 se vivirá nuestra contundente victoria. Que se acallen los rumores, ganaremos 3 de 3", dijo Ochoa, tras admitir que el año pasado habían sufrido "descalabros importantes" en algunos estados.

La referencia es compartido por gran parte de los militantes del tricolor, aunque varias fuentes del partido ya hablaban de una reedición del "error de Beltrones", en referencia a la promesa de Manlio Fabio de retener al menos 9 gubernaturas en las elecciones de 2016.

"Cuando Manlio Fabio dijo eso, todos los priistas cercanos a Los Pinos empezaron a decir que si no cumplía con ese número de victorias sería un fracaso. Y cuando ganó sólo 5 gubernaturas, renunció. ¿Ochoa renunciará si no cumple con las tres que prometió?", dijo a LPO un senador tricolor.

Ochoa Reza aseguró que el escenario para 2017 es mucho más favorable, pues las coaliciones PAN-PRD están en "franca descomposición" y el PRI se enfrentará a un "PRD desahuciado, un PAN rancio y a las promesas mesiánicas de Morena".

En otro pasaje de su discurso, le dedicó una líneas a Javier Duarte, que sigue prófugo de la Justicia. El dirigente priista dijo que no podía tolerar como ciudadano, padre de familia y líder político las "sinvergüenzadas" del veracruzano. "Nunca permitiré que esa corrupción manche a nuestro partido", dijo.

Por último, Ochoa le pidió a los partidos de oposición que se unan para enfrentar el desafío que impone la administración de Donald Trump.