Claudia Ruiz Massieu enfrentó sin matices a Luis Videgaray, cuando supo que el entonces secretario de Hacienda había sellado una visita de Donald Trump a Los Pinos sin su consentimiento. La Canciller se sintió humillada y criticó de frente la decisión que empujaba el hombre más cercano al Presidente.

Aunque distante de las primeras planas, el poder de fuego de su tío Carlos Salinas de Gortari quedó en evidencia en esa pelea interna. Las filtraciones se propagaron: la amenaza de renuncia de la canciller, el malestar de Osorio Chong, los señalamientos con detalles desde "adentro" de cómo había organizado el encuentro vía Jared Kushner.

Las críticas internas y externas determinaron la salida de Videgaray. Pero la victoria de Trump le daría revancha: era su boleta de reingreso al Gabinete. Ahora, tras su oposición pública a recibir a Trump, Ruiz Massieu quedaba en una situación de debilidad.

Como explicó La Política Online, desplazarla sin algún “premio” significaría un nuevo frente de batalla con Salinas. Por eso, primero se pensó en ubicarla al frente de la Secretaría de Cultura, pero luego también se le ofreció la embajada de España.

La ahora ex Canciller se negó a aceptar cualquier cargo y se alejó definitivamente del equipo presidencial. Su despedido estuvo llena de elogios, incluso intercambió palabras amables con Videgaray. Gestos protocolares de la política.

Lo que todavía no está claro es si este movimiento de Peña Nieto habrá generado nuevas fracturas en las entrañas del PRI. LPO reveló que Manlio Fabio Beltrones está intentando sumar a los “heridos” del peñismo.