Enrique Peña Nieto defendió este mediodía el alza en los precios de las gasolinas y aseguró que de no hacerlo las consecuencias serían mucho mayores para los mexicanos. En esa linea, pidió comprensión ante una decisión que reconoció como difícil. Los empresarios de la Coparmex salieron al cruce de su discurso.

"El Gobierno de la República pide comprensión a los mexicanos, pero para pedir primero hay que dar. ¿Qué le dará el Estado a los ciudadanos? ¿Cuál será su compromiso? Estamos a la espera de escucharlo", cuestionó el organismo que dirige Gustavo De Hoyos.

"¿En qué momento el Gobierno será comprensivo con la situación que están atravesando los mexicanos? ¿En qué momento veremos anuncios del Gobierno sobre planes de austeridad en el gasto, de disminución del gasto corriente, de compromisos con la eficiencia, de eliminación de gastos superfluos, de disminución de los privilegios, de castigo directo y severo a la corrupción?", agregaron.

No fueron los únicos. La Canacope Ciudad de México también se une a esta crítica y señalan que así como el gobierno pide comprensión, la ciudadanía pide compromiso con las políticas económicas que impulsa. 

Además, alertó preocupación ante el discurso del mandatario de vigilar el tema de los precios: " nos preocupa que el mensaje presidencial se deforme y se convierta en una “casería de brujas” de comerciantes y comercializadores, ofreciéndolos como “chivos expiatorios” de incrementos de precios que se provocaron en otros sectores de la cadena productiva".

Por su parte,  la confederación patronal defendió a través de un comunicado el espíritu de la Reforma Energética, pero consideró que será muy difícil percibir sus logros "a causa del grave problema de las finanzas públicas del país".

Según De Hoyos, el gobierno optó por resolver el desequilibrio fiscal "yéndose por el camino más fácil: elevar los impuestos, específicamente el IEPS que espera recaudar por la venta de gasolinas y de diésel. Y esto se tradujo en un incremento desproporcionado en el precio para los usuarios finales, generando protestas en la mayoría de las entidades del país".

Coparmex asegura que sí hay margen de maniobra para reducir los porcentajes de impuestos considerados en la fórmula para la determinación de los precios de las gasolinas, pero que será necesario un mayor esfuerzo del gobierno para corregir su balance fiscal. 

"Más que subir impuestos a las gasolinas, lo que se requiere es un recorte efectivo del gasto público. Dicho recorte no debe hacerse simplemente a la inversión pública o los programas sociales sino, sobre todo, mejorando la eficiencia del gasto. La corrupción y el dispendio del Estado en materias como publicidad y elecciones deben de una vez desaparecer", concluyó el organismo empresarial.