No se puede negar el nerviosismo que todavía genera en el mercado financiero la incierta relación que construirá México con la administración de Donald Trump. Y desde varios fondos de inversión se cree que el hombre necesario para la embajada en Washington es nada menos que Jaime Serra Puche.

Uno de las primeras acciones que tomó el gobierno ante la amenaza de Trump, incluso antes de que éste resultara electo, fue el cambio en la embajada mexicana en Estados Unidos. En abril -a tan sólo nueve meses de llegar- Miguel Basáñez debió dejar ese cargo clave.

En su lugar fue nombrado Carlos Sada. La lectura de los especialistas interrogados por La Política Online, es que ese nombramiento respondió a las duras promesas de campaña del republicano en torno al tema migratorio.

En ese entonces Trump era tan solo una posibilidad, que no muchos creían posible. Ya convertido en una realidad ineludible, queda menos de un mes para iniciar oficialmente la relación con su gabinete, que ya está definido. 

Los empresarios mexicanos se mueven para pensar una estrategia anti Trump, el gobierno insiste en que se debe esperar a decidir un plan hasta después del 20 de enero y mientras todo eso sucede crecen los rumores sobre la reincorporación de Luis Videgaray al Gabinete, ahora como canciller. 

El ‘error de diciembre’ de Jaime

En el mercado financiero ya hay voces que también piden medidas concretas desde la embajada mexicana en EU. Al parecer la amigable figura de Sada con los migrantes no alcanza. Así crece el pedido de convocar a un viejo conocido del mundo de la economía y las finanzas. Jaime Serra, quien fuera secretario de Hacienda de Carlos Salinas de Gortari.

Para los hombres de negocios, Serra encaja perfecto con el perfil que se necesita. Cuenta con larga experiencia en el consejo administrativo de empresas nacionales y extranjeras, además de haber manejado el timón de Hacienda y Comercio y Fomento a la Industria durante los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo. Fue uno de los artífices del TLCAN.

Sus detractores recuerdan que no todo es color de rosa para Serra. La terrible crisis del ’94, conocida como ‘El error de diciembre’ le costó su puesto en el Gabinete. Fue el mismo Carlos Salinas quien lo responsabilizó de haber manejado mal la necesidad de ampliar la banda de flotación del peso. Posteriormente, tuvo que encarar en Nueva York a furiosos inversionistas.

Sin embargo, con el pasar de los años su figura vuelve a tener auge. Recientemente fue parte de la convocatoria de José Antonio Meade en donde reunió a los ex funcionarios que diseñaron las políticas más importantes del país de los últimos 40 años.

También ha estado muy activo asistiendo a reuniones con empresarios y legisladores para hablar sobre qué habrá que hacer ante la anunciada discusión del TLCAN por parte de Trump. Su postura es la de: “No reabrir el TLCAN, sino agregar temas”.