En el CEN del PAN crece el malestar con el gobernador de Quintana Roo, Carlos JoaquÃn, por su estrecha cercanÃa con Morena. Una paradoja si se considera que en la actualidad el gobernador preside la liga de mandatarios estatal del albiazul.
Marko Cortés está bien documentado sobre las pláticas cada vez más frecuentes entre JoaquÃn y el hijo más polÃtico del presidente, Andy López Beltrán. Una ecuación cuyo resultado final es que en 2022 desde la gubernatura se facilite la llegada al poder de Morena en Quintana Roo a través de la alcaldesa de Cancún, Mara Lezama.
Desde ya es una jugada conveniente para el gobernador que arrastra múltiples escándalos de corrupción y requiere de una salida blindada del poder.
Por su parte Lezama tiene otro aliado adicional en la búsqueda de la gubernatura en la figura de Roberto Borge, ex gobernador del PRI y que ya lleva dos años en prisión por presuntos manejos irregulares. Se le acusa de haber obligado a sus subalternos Javier Zetina y Carlos Acosta a firmar dos contratos distintos para la renta de aviones y un helicóptero en asambleas celebradas el 5 de abril de 2011 y el 6 de diciembre de 2013, con una afectación de 319 millones 941 mil 164 pesos.
En las pasadas elecciones la 4T tuvo un buen desempeño en el estado peninsular y consolidó su poder en los principales municipios a excepción de Playa del Carmen, donde triunfó una protegida del gobernador panista.
La cuadratura entre JoaquÃn, López Beltrán y Lezama se completa con un actor por lo general ineludible en la polÃtica del Caribe: Jorge Emilio González, mejor conocido como "El Niño Verde". González es un operador muy cercano a Lezama y ha estado al menos en dos oportunidades con el hijo del presidente.
Este entramado está potenciando en el PAN la necesidad de intervenirle la sucesión a Carlos JoaquÃn para evitar la entrega del Estado.
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