El representante en la ONU Juan Ramón De la Fuente vuelve a manifestar, de momento en privado, sus aspiraciones políticas en el país. Desde hace algunas semanas el diplomático ha consultado a figuras de su círculo sobre un eventual regreso a México para buscar su candidatura presidencial de cara al 2024.

No sorprende porque este tipo de situaciones se están extendiendo entre gobernadores de Morena, como Adán Augusto o Jaime Bonilla, funcionarios del gabinete como Zoé Robledo o Tatiana Clouthier y ahora hasta diplomáticos. El motivo es el mismo: el golpe que padeció Marcelo Ebrard por la tragedia de la Línea 12 y el revés electoral de Claudia Sheinbaum hace dos fines de semana instalan la noción de que la sucesión vuelve a estar abierta.

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Encima el comentario que hizo López Obrador sobre el variado prospecto de posibles presidenciales, comentario que para muchos fue una advertencia para Ebrard y Sheinbaum, cuyos equipos ya andaban desatados en una guerra anticipada por la sucesión.

Y allí aparece De la Fuente. El académico ya intentó sondear su candidatura presidencial por la vía independiente en 2018. El dueño de El Universal, Francisco Ealy, era uno de los grandes entusiastas y recolector de apoyos para un proyecto que nunca comenzó.

De la Fuente cree que puede ser una buena opción para que Morena logre ampliar su base de sustentación electoral hacia la próximas elección presidencial.

El dato se conoce en SRE y no agrada. Ebrard tuvo un disgusto con De la Fuente hace una semana porque este publicó un editorial criticando la política de reparto de vacunas y apoyos humanitarios por parte de los países de Occidente. 

La nota generó un malestar inmediato en las representaciones de EU y de la Unión Europea y desde la Cancillería debieron apaciguar los ánimos. El timming fue pésimo además porque casi en paralelo a esa artículo, el gobierno de Joe Biden anunciaba una donación de vacunas a México.