Gustavo Madero supo ser un hombre muy fuerte al interior del PAN, pero la llegada de Ricardo Anaya fue una verdadera desgracia para ex dirigente nacional. El "joven maravilla" tomó las riendas del partido con un acuerdo que no cumplió: Madero debía quedar al frente de la coordinación azul en San Lázaro. El queretano designaba, en cambio, a Marko Cortés.

Madero estallaba entonces en furia, pero tenía un cartucho más: esperar al año que le correspondía al PAN el control de la Mesa Directiva. Anaya volvió a dejarlo de lado y le otorgó ese beneficio a la dupla de Javier Bolaños y María Guadalupa Murguía. Humillado, Madero abandonó la bancada y se fue como Jefe de Gabinete de Javier Corral en Chihuahua.

Esa herida sanó -en parte- cuando Anaya necesitó contener la múltiples fugas que iba dejando la construcción de su candidatura presidencial. Madero lograba una candidatura como primero de fórmula de mayoría, que le garantizaba el ingreso como primera minoría.

Como reveló LPO, Cortés le ofreció a Madero la coordinación en el Senado, una jugada que buscaba sumar el apoyo de Javier Corral, frente al descontento generalizado del resto de los gobernadores. Marko quería competir en una interna, y hasta calculaba que los padrones de los integrantes del GOAN no llegaban ni al 25%.

Pero el acuerdo de último momento para evitar una interna volvió a dejar a Corral mal parado. Marko entregó la Secretaría General a Héctor Larios y también la coordinación del Senado a los gobernadores, lugar que sería ocupado por Rafael Moreno Valle. Zepeda paga de este modo su "traición" a Cortés, explicaba en detalle por este medio.

"La foto en la que salió Marko Cortés y Héctor Larios con los gobernadores es lo más antiético en el PAN. Esa es la foto del PRI dentro del PAN, donde no son los militantes, con el voto libre y secreto, los que elegirían una nueva presidencia, sino son los factores reales de poder, ese cártel de gobernadores que estaría secuestrando al partido", acusó un furioso Madero, otra vez desplazado.

Junto a Corral, Madero apoyará la candidatura del nieto de Manuel Gómez Morín. "Tú le ves la cara a esos batos -en referencia a los gobernadores- y están como muertos en vida, porque están siendo tripulados por otros intereses y actores que están detrás", dijo. Madero acusó a los gobernadores de "claudicar y rendirse" antes de que terminara la campaña, "diciéndole a Andrés Manuel López Obrador que iban a trabajar con él sin problema". Y agregó: "Hay que hacer los números y ver qué tanto apoyo recibió Anaya de estos gobernadores, ¿dónde estaban en la campaña?, estuvieron ausentes y ahora se juntan por un mecanismo de defensa, porque si no se los lleva la tía de las muchachas".

Finalmente, le dedicó un irónico mensaje a Anaya: "La regó. El bato creyó que el proyecto era él, y no. Lo cierto es que él no convenció, en la campaña me tocó escuchar que no convencía, muchas mujeres decían: "No convence", "No transmite, es una cara de un robot que no conecta, que no tiene un compromiso social".