Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de las campañas del PRI al Senado, tuvo un encuentro a solas en Monterrey donde llegó para seguir la marcha de las campañas de Jorge Mendoza y Martha de los Santos, dupla que actualmente compite por el segundo lugar contra Morena y Movimiento Ciudadano, según diversas encuestas.

La situación se reitera en cada estado que Osorio Chong visita. La clase política local, en esos encuentros reservados, muestra una actitud condescendiente, lamentando que el ex titular de la Segob no haya sido el elegido en lugar de José Antonio Meade. Luego viene otro lamento pero referido a las malas noticias de las encuestas en cada geografía. Finalmente, Osorio Chong pide mirar hacia adelante y buscar 30 escaños para el PRI en el Senado.

No es una tarea fácil porque variadas encuestas hablan de una bancada de menos de 22 curules, una verdadera catástrofe para la historia de un partido del poder.  

No oculta Osorio, en cada encuentro, su firme intención de ser el próximo coordinador de la bancada. Exhibe siempre dos argumentos en su favor: por un lado, dice que tiene el poder para sumar a parte de la bancada del PES, que se alejará de Morena si este partido triunfa en la elección de julio. Por el otro, alega que tiene buen trato con Rafael Moreno Valle, que se encamina a coordinar la bancada panista.

El corolario de estos movimientos es algo que el hidalguense dice incluso en público: el todavía quiere ser Presidente y aspira a que una eventual reconfiguración del poder político le deje bien ubicado. Un dato: son muchos los priistas que ven a un Osorio Chong -junto a Manlio Fabio- ocupando espacios que necesariamente abandonará la tecnocracia. 

En Nuevo León, Osorio rescató que en municipios gobernador por el PRI como Monterrey, Escobedo y Guadalupe la imagen de la gestión no es tan negativa como la del propio partido entonces de ahí la necesidad de que los alcaldes aporten cuotas de voto muy específicas para la contienda del Senado.

Tuvo algunas definiciones sensibles, como que en este momento las diputaciones federales, el Senado y las alcaldías son ya más importantes que la presidencia. Las primeras para resistir a Morena en el Congreso y los municipios como primer eje para comenzar a recuperar el partido.