Los sondeos lo confirman. Así, esta tarde, José Antonio Meade admitió el rezago que lleva frente a sus dos principales competidores (Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya), a quienes acusó de gozar de mayor exposición mediática gracias al uso de la imagen publicitaria de sus partidos políticos, de los que eran dirigentes nacionales.

"En teoría, antes del 14 de diciembre nadie podía haber hablado. Hubieron dos excepciones: Andrés Manuel se quedó con todos los spots de su partido, 3.5 millones de spots/día y Ricardo [Anaya] 1.4 millones de spots", reprochó Meade.

Y añadió: "Si uno le pone valor a esos spots, más o menos de 3 mil pesos por spot, estamos hablando de 10 mil 500 millones de pesos dedicado a promover sus personas. Eso implica una inequidad en el inicio de la campaña misma que todavía no empieza".

Además, durante su participación en la reunión anual de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales (ANTAD) en Guadalajara, el candidato presidencial del PRI ofreció a los miembros del organismo empresarial promover cambios que mejoren la competitividad. Pero no quitó el dedo del renglón y siguió disertando sobre AMLO y Anaya.

"El tema que llama la atención es cómo somos y cómo hemos vivido. Lo que tenemos a la vista son tres perfiles de candidatos muy diferentes. Un candidato que vive como magnate, otro candidato que vive como un fantasma, y otro que ha vivido conforme a sus ingresos de manera pública y explícita por lo últimos 20 años", aseveró.

Igualmente, no desaprovechó la oportunidad para reafirmar las acusaciones de presunto lavado de dinero que pesan sobre el aspirante del Frente. Y a su vez, se refirió a la amenaza que lanzó Anaya Cortés contra el presidente Peña Nieto, a quien advirtió que lo metería a la cárcel si se le encuentra responsable por algún caso de corrupción.

"Cualquiera que aquí venga y diga ‘yo como presidente voy a meter a fulano a la cárcel' no está siendo respetuoso del estado de derecho. El que como presidente, en cambio, está dispuesto a someterse a la jurisdicción de un ministerio público autónomo para que si incumple ese ministerio público autónomo tenga la capacidad de meterlo a él a la cárcel, ese sí está entendiendo lo que es el estado de derecho", criticó Meade Kuribreña.

"En México se sigue pensando que la corrupción implica una definición del Ejecutivo federal -concluyó-. Mientras no nos animemos a cortar el cordón umbilical del control de la corrupción del Ejecutivo y se lo asignemos con plena independencia a los ministerios públicos, nos va a costar mucho trabajo resolver el problema de la corrupción".