Mientras su campaña mediática sigue firme, Ricardo Anaya no logra contener liderazgos medios y de base que buscan arroparse en otros partidos. Lógico: el líder del PAN tuvo que ceder gran parte del siglado de diputaciones, senaduría y alcaldías.

LPO ya había anticipado el malestar que había en el PAN por la cesión de espacios de poder que tuvo conceder Ricardo Anaya para sellar el Frente con el PRD y Movimiento Ciudadano. "Se están concentrando en la Presidencia y entregan todo lo demás", reconocía un militante blanquiazul a este medio.

Con ese panorama, mientras Anaya se concentra en mostrar una faceta fresca y joven -tocando instrumentos o encabezando rodadas en motos-, liderazgos medios y de base siguen pegando el portazo en busca de un partido que los arrope y les garantice proyección.

Es el caso del diputado federal César Flores, de Coahuila, quien pego el salto a Morena, o Eloísa Chavarrías de Colima que pasó al PRI, mismo que Ernesto Ibarra de Baja California Sur, que iría por la presidencia municipal de Los Cabos por el tricolor.

Por supuesto, se suman a Margarita Zavala, José Luis Luege, Javier Lozano, Luisa María Calderón y Gabriela Cuevas. Y a las críticas de otros "rebeldes" que permanecen en el partido pero son muy duros con Anaya, como Roberto Gil Zuarth.