Los grandes animales políticos son los más avezados inversionistas: apuestas al mismo tiempo a varios escenarios posibles, con el objetivo de salir de pie ante cualquier resultado electoral. Eso es justamente lo que está haciendo Rafael Moreno Valle.

Pese a la bronca de los Calderón -que esperaban un portazo similar al que dio Margarita-, el gobernador poblano decidió sentarse a negociar con Ricardo Anaya, garantizando así la candidatura para su esposa, Martha Erika Alonso, y también posiciones para el Senado, la Cámara de Diputados y alcaldías de Puebla.

Moreno Valle sabía que el destierro sólo los dejaría en una postura de debilidad. Primer acto reflejo del ex gobernador, que de comillos sabe bastante. Pero Moreno Valle intenta por estos días garantizar otro punto del acuerdo: que la senaduría por la vía pluri que se reserva para sí mismo, ocupe uno de los primeros lugares en la lista nacional.  

El cálculo de Moreno Valle es el mismo de figuras como Miguel Ángel Osorio Chong o Rubén Moreira en el PRI. Todos calculan sus chances en base a un eventual triunfo de Andrés Manuel López Obrador que los ubique como referentes ineludibles de una nueva oposición. 

Con su negociación, Moreno Valle se aseguraría poder territorial -dormiría todas la noches con la gobernadora de una de las principales entidades del país-  y una posición de influencia en el Senado. Nada mal para relanzar su operativo para seguir fagocitando estructuras panistas, como ya hizo con la renuncia de Zavala.

Anaya, que entiende que no puede contar con los calderonistas, quiere que Moreno Valle lo ayude a contener eventuales desbandadas en el PAN que podrían darse al momento de las candidaturas. Hay decenas de aspirantes que están molestos con las alianzas con MC y PRD. Y estos podrían migrar hacia otros rumbos si sus pedidos no se cumplen.

Esta situación, como dijo el mismo Anaya el fin de semana en el CEN panista, está demorando las campañas en todo el país que ya deben comenzar. Moreno Valle, que siempre se enfoco en trabajar hacia el interior del Partido, tiene una estructura para nada despreciable y que podría ser funcional al candidato.

No se trata solo de la política agonal. En los últimos días Anaya ha escuchado de parte de grandes empresarios que Moreno Valle debería quedar a cargo del armado de su plan económico, algo que todavía el queretano no termina por develar.