Aunque Andrés Manuel López Obrador se refiere a la doctrina Estrada -no intervención ni intromisión en temas soberanos de otros países- y evita casi religiosamente cualquier referencia a problemáticas internacionales, comprende a la perfección que todos los candidatos presidenciales deben tejer vínculos con otros líderes políticos.

Quienes aspiran a una presidencia, suelen viajar para empezar a mostrar sus programas de gobierno en una suerte de tantea sobre posibles alianzas políticas futuras. Bajo esa premisa debe entenderse la gira sudamericana del líder de Morena, que por supuesto evitó una visita a Venezuela y a Cuba.

En cambio, sí estuvo con la presidenta chilena Michelle Bachelet. Fue recibido en el Palacio de la Moneda, en donde conversó un rato con la mandatario. Se trató de un encuentro simbólico, de apenas unos 15 minutos. Mañana mismo, el líder de Morena volará hacia Quito para entrevistarse con Lenín Moreno, flamante sucesor de Rafael Correa en Ecuardo.

Lo acompaña Alfonso Romo, líder del "Grupo de los 50", el equipo de asesores que está armando tu programa de gobierno. El empresario regio es, además, el nexo de López Obrador con el mundo empresarial.

La gira internacional de AMLO dio así su primer paso. La Política Online anticipó que en su agenda ya se evalúa una nueva visita por los Estados Unidos, además de un viaje todavía en pañales hacia Europa y también a China. Estos últimos dos destinos todavía no tienen fecha.