Andrés Manuel López Obrador alista una gira por municipios de Nuevo León. En esta ocasión el jefe de Morena podría aceptar reunirse con grandes empresarios tal como hace algunas semanas lo realizó en Puebla o hace dos meses en Chihuahua. 

Esos encuentros fueron coordinados por Alfonso Romo y este sería el primer inconveniente para el encuentro con los principales capitanes del Grupo de los 10. Romo tiene una mala imagen en el poder económico regiomontano por su relación tormentosa con su suegro. Importantes directivos le han avisado a interlocutores de Morena como el diputado Vidal Llerenas que no se sentaría en una misa mesa que el titular de Vector.

Ahora la intriga hacia el interior de Morena es si Romo estaría dispuesto a ceder su lugar al lado de AMLO con tal de que la reunión se realice con cierta armonía. El momento ahora es más complejo para el jefe de Morena porque desde la elección del Edomex ha crecido en el establishment la idea de que a pesar de encabezar las encuestas, AMLO podría perder el año próximo.

Sin embargo, en Morena aseguran que habrá buena predisposición para escucharlo, especialmente si AMLO confirma a Antonio Barceló (ligado a la familia Garza Sada) como su candidato al Senado por Nuevo León.

El ex jefe de gobierno capitalino llegará a ese encuentro con la misión de sonar convincente sobre el sostenimiento de las principales reformas estructurales del actual sexenio que el empresariado regiomontano respalda.