El pasado marzo Pedro Aspe renunció a la dirección de Evercore, firma global lÃder en manejo de carteras de inversión y que ha ganado millones en México en la renegociación de las deudas de los estados. Aspe dijo retirarse para dedicarse a cuestiones personales pero en las oficinas de las empresa circuló el dato que el empujón final llegó desde el último libro de Andrés Manuel López Obrador.
En el mismo se describe a Aspe como un empresario corrupto y ligado a maniobras irregulares de gobernadores. Entonces, para no dañar a la firma, Aspe se retiró cuando se iniciaba el torbellino electoral.
Pero eso no serÃa suficiente. El diputado federal de Morena Alejandro Armenta está pidiendo una investigación del negocio que hizo Evercore con el gobierno de Rafael Moreno Valle en Puebla. Señala concretamente un fideicomiso creado para la construcción del llamado Museo del Barroco. El diputado dice que la estructura presenta sobrecostos y que el costo final del museo para el erario de Puebla terminará ascendiendo a los 17 mil millones de pesos.
La arremetida tiene su correlato en la pelea interna del PAN. Allegados a Moreno Valle consultados por LPO deslizaron que ese información fue recabada por enviados de Margarita Zavala y que desde allà se giró hacia las filas de Morena.
Esa interpretación es una reacción a que esta semana fue embargada una propiedad del ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, amigo personal de los Calderón y operador de varias de las últimas campañas panistas. El gran problema de Lalo, como le llaman en el blanquiazul, es que aspira a la gubernatura en 2018, justo el cargo que RMV le reserva a su mujer, Martha Erika Alonso.
La jugada se procesó en el Congreso de Puebla, que por supuesto es controlado por el ex gobernador y su delfÃn Tony Galli. Allà se abrió una investigación en contra de Rivera Pérez por supuestas irregularidades en las cuentas públicas de 2013.
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