Las señales son inequívocas. El PAN y el PAN ya dieron luz verde desde los órganos internos de sus respectivos partidos para empezar a negociar un frente opositor rumbo al 2018. En el caso del Sol Azteca, este domingo se acordó hacer extensiva la invitación a todos los partidos opositores, que incluyen por supuesto al blanquiazul pero también a Morena. 

La respuesta de Andrés Manuel López Obrador fue tajante: reiteró que ni irá con un partido que sigue siendo aliado del PRI. La espina del Estado de México todavía molesta. Es que la férrea negativa de Juan Zepeda a declinar en favor de Delfina Gómez es vinculada por AMLO -y por muchos perredistas- a los amistosos vínculos de Héctor Bautista con el PRI. 

Aun así, Alejandra Barrales no quiso cerrar del todo la puerta a una alianza con Morena. La necesidad de mantener esa opción abierta se explica en la intención de algunos grupos de peso relativo -como IDN de René Bejarano- de intentar aún la reunificación de las izquierdas.

"Estas cartas que vamos a enviar van dirigidas a todas las cartas de oposición, incluyendo a Morena", respondió Barrales la mañana de este lunes en entrevista para Radio Fórmula.

Pero volvió a marcar límites. Dijo que es una invitación también a "todos los que dejen de lado protagonismos. Los que vengan tienen que hacerlo como integrantes, no venir como precandidatos. Hay que dejar de lado aspiraciones. No quiero decir que renuncien a la posibilidad de ese proyecto, pero deben estar dispuestos a hacer y no ser los que encabecen este proyecto".

En ese mismo sentido, valoró la actitud de Miguel Ángel Mancera y de los gobernadores Graco Ramírez y Silvano Aureoles, quienes también aspiran a la candidatura. "Los aspirantes estuvieron presentes y eso confirma que reconocen que pudieran no ser los que encabecen el proyecto. Incluso Graco apoyó esta ruta, aunque no estuvo presente".

Pero más allá de mantener la puerta abierta, Barrales elaboró un potencial escenario de tercios que ilustra cuál es la ruta que ya observan en el PRD. Todo indica que la alianza que buscan es con el panismo y no con Morena, a quienes calificó como "extremistas". 

"Se perfilan tres grandes tendencias electorales. Una que impulsa el extremismo y la polarización social y política del país. Otra, la del PRI, que representa la continuidad, el status quo y que defiende el modelo neoliberal. Y la tercera, que plantea la construcción de una nueva mayoría política y social que represente la pluralidad democrática de México",  dijo ayer Barrales ante el Comité Ejecutivo del PRD.