No hay tiempo que perder. Pasadas las elecciones de junio, el PRI encarará su Asamblea Nacional para empezar a definir la ruta de la sucesión. Sin embargo, ya hay nombres que se han instalado en la opinión pública. Con Luis Videgaray y José Anotonio Meade en medio de frentes de batallas muy complejos -negociación con Trump e incertidumbre económica-, el nombre que brotó en los últimos meses fue el de José Narro.

El nombre de Narro es empujado por Los Pinos. El motivo es simple: creen que es el menos priista de los priistas. Su perfil vinculado a la UNAM -en donde tuvo una excelente gestión- y la poca vinculación que la opinión pública hace con el Gobierno Federal, pese a ser funcionario, lo colocan en una posicion privilegiada.

"No tiene casos de corrupción, no es rechazado por los jóvenes y no pertenece ni al grupo de Videgaray ni al del Osorio Chong. Es un candidato sin negativos. Puede crecer mucho", se ilusionan en el PRI.

Según una encuesta filtrada desde Los Pinos, Osorio Chong sigue al frente (19%), seguido por Eruviel (12%) y con un Narro muy lejos (6%). Aunque se da un fenómeno interesante y contradictorio: si Narro fuese el candidato -quizás gracias a su buena imagen entre independientes- obtendría un mejor resultado que Osorio Chong frente a Margarita y AMLO. 

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Narro es además empujado por Enrique Ochoa, que en el último homenaje a Luis Colosio lo colocó como el único orador del acto, un gesto ineludible. Sin embargo, la vieja guardia del PRI cree que la precandidatura de Narro es un señuelo para entretener al gran peso pesado en las encuestas, Miguel Ángel Osorio Chong, mientras el propio Ochoa prepara su lanzamiento. Habrá que ver los resultados que se consiguen en los comicios de 2017. 

Como sea, hace algunos días se pudo ver a Narro en una comida con Carlos Slim, el empresario más destacado de México que también fue mencionado como candidato independiente. Para muchos, la imagen del magnate con Narro es un apoyo implícito para el Secretario de Salud, en momentos en que se instala su postulación.

La comida ocurrió en una tradicional restaurante de la zona céntrica del DF y también participó el periodista Carlos Marín. "No hubo nada raro. Con Narro son amigos desde hace muchas décadas. Y también tiene una amistad con Marín. Por eso hasta bromearon juntos en la última confrencia del ingeniero", explicaron a La Política Online desde la Torre Telmex.