Todo puede pasar. Faltan poco más de dos semanas. El PRI puede salir fortalecido para pensar en la renovación del partido o, como marcan algunas encuestas, podría terminar muy lastimado. Según los sondeos, Nayarit ya estaría perdido, igual que los municipios de Veracruz. El PAN dice que lleva más de 4 puntos de ventaja en Coahuila y en el bunker de Delfina confían que están al borde de una victoria histórica en el Estado de México.

La situación está tan abierta, que algunos tiburones priistas ya empezaron a oler sangre. Si el escenario más pesimista llegara a cumplirse, la continuidad de Enrique Ochoa Reza sería puesta en duda incluso al interior del tricolor. "Prometió ganar tres de tres. Y cuando Manlio Fabio prometió 9 y no cumplió, se fue. Es un antecedente a tener en cuenta", señaló un viejo priista en diálogo con LPO.

Los resultados mandarán. Pero con este escenario, José Calzada Rovirosa ya se ofreció como un posible sucesor. Se trata de un hombre de confianza de Enrique Peña Nieto, pero con puentes hacia otros sectores del partido. Se ilusiona entonces con ser la cabeza de un proceso de renovación y reunificación del partido. Según pudo saber La Política Online, Enrique Peña Nieto ya le concedió una entrevista en Los Pinos para conocer sus propuestas.

Calzada cuestionó que el tema principal del PRI se haya convertido en el combate a la corrupción, dejando de lado un discurso anclado en la igualdad, el combate a la pobreza, la creación de empleos y oportunidades para los jóvenes.

La ambición de Calzada Rovirosa comenzó hace largos meses, desde que logró desembarcar en el Gabinete tras la derrota del PRI en Querétaro, entidad que gobernó hasta 2015. Peña Nieto le concedió la Sagarpa, un espacio que parecía marginal en el equipo presidencial, pero la coyuntura económica lo colocó como gestor de uno de los motores de la economía. Frente al estancamiento de la industria, los números del agro impactan mes a mes.

La moneda está en el aire. Recién el 4 de junio se podrá analizar en qué situación está el PRI. Mientras tanto, ya hay jugadores que empiezan a pensar en cambios. ¿Logrará Calzada sentarse en el sillón de la dirigencia nacional del PRI?