El establishment del Estado de México espera con ansiedad la votación que este miércoles definirá la continuidad -o no- del Ejército en las calles hasta 2028. Pero hay otra continuidad que les preocupa aún más. Se acerca la elección clave en Edomex y la alianza Va por México agoniza.
Ayer martes fue un día intenso. Por la mañana, algunos columnistas afirmaban que la alianza ya estaba sellada. Es lo mismo que salió a declarar Alejandro Moreno Cárdenas, apuntado por sus socios políticos como un "traidor" por haber impulsado la reforma que tanto necesitaba Palacio Nacional. Una bomba de fragmentación que amenaza con despedazar a la oposición.
La respuesta de Marko Cortés fue casi inmediata. Aseguró que la alianza en el Estado de México -y también en Coahuila- están suspendidas, a la espera de la votación clave en el Senado. "Quien traiciona una vez e incumple su palabra, puede incumplir su palabra muchas veces", justificó.
Y agregó: "No hay confianza y no hay diálogo con la dirigencia nacional del PRI porque deshonraron su palabra y porque no acataron el mandato popular de las urnas en 2021 de cuidar y defender a México, que expresamente dice que se evitaría que continuará la militarización".
Otro dato suma más nerviosismo. Es el silencio hermético de Eruviel Ávila, que hace días no responde las consultas sobre el sentido de su voto. Sus compañeros de la bancada creen que esta indefinición es sólo una manera de forzar alguna negociación con Alfredo Del Mazo.
Es que se sabe que el gobernador mexiquense apoya a Alejandra Del Moral, mientras que Eruviel tiene una marcada preferencia por Ana Lilia Herrera. "Confiamos en que al final se abstendrá, como hizo Ana Lilia en San Lázaro", afirman los delmacistas.
Desde Toluca aseguran también a LPO que efectivamente las negociaciones con el PAN ya avanzan en el plano local. Las encabeza Eric Sevilla, el dirigente del PRI-Edomex, y en la mesa también se sientan los dirigentes locales del PAN, PRD y los suspirantes de cada fuerza política. Principalmente Alejandra Del Moral, Ana Lilia Herrera y Enrique Vargas.
Por esa desconfianza que expuso Marko, y según pudo saber LPO, Alfredo Del Mazo se comunicó con Marko para garantizar que Alito sería desplazado de todas las negociaciones. La ruta que ofrecen es sellar los acuerdos en las mesas locales, y que pase solamente a firma de las dirigencias nacionales, que deberían avalar los acuerdos para que las coaliciones electorales sean inscritas.
Por eso la votación de Eruviel sí tendría un peso. Y no sólo el sentido de Eruviel, sino la posibilidad de que sean los votos del PRI los que garanticen la reforme que tanto pide López Obrador. ¿Aceptará Marko volver a firmar un acuerdo con el PRI, aún sin Alito en la mesa de negociación? Esa es la incógnita que en los próximos días se develará.
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