El embajador en España Quirino Ordaz comenzó a hablar hace algunos días de una eventual candidatura al Senado en 2024 con lo cual en los próximos meses dejará la embajada en Madrid. El ex gobernador de Sinaloa quedó apuntado por Adán Augusto López Hernández cuando ciertos cabildeos legislativos que se le encargaron para reformas clave del Gobierno no tuvieron los resultados esperados. 

Este enfriamento de la relación ha sido evidente. Ordaz ya casi no sube comentarios de su gestión a Twitter ni tiene demasiada interlocución política con el Gobierno. Es entendible: Madrid es una embajada relevante para México y Oridaz comienza a entender que cualquiera sea el próximo presidente su salida será inevitable. Ya sea de la 4T o de la oposición.

Por eso antes del cese prefiere organizar su próximo paso político. Quirino quiere ser candidato al Senado por el Verde asociado con Morena de tal modo de que su llegada a un escaño sea más segura. Esto, debe decirse, no agrada demasiado al gobernador actual de Morena Rubén Rocha, que tiene sus propios planes para esa contienda.

Ordaz además está apuntado por Segob ya que le ha pedido favores personales a empresarios hoteleros españoles con operación en el caribe mexicano. Algunos empresarios con los que, por cierto, el Gobierno ha tenido complejas negociaciones por el Tren Maya. 

A esto se agrega otro detalle no menor: el supuesto reporte de una cena muy inconveniente que tuvo lugar en la embajada en febrero en la cual Enrique Peña Nieto, amigo de Quirino, tuvo un rol preponderante. Todo a cargo del erario. En esa velada se habría comenzado a mencionar el salto de Ordaz a las filas del Verde.