"Son conjeturas", respondió López Obrador ante otro cuestionamiento sobre los documentos que, presuntamente tendría el Ejército sobre el caso de Ayotzinapa. Así, el presidente reiteró su defensa a las Fuerzas Armadas, asegurando que no hay más pruebas contra ellos, pero sí contra autoridades locales y grupos del crimen organizado.

"Todo lo que tiene la Sedena es lo que se ha encontrado. No hay más", respondió tajante el presidente en su conferencia de este martes. Y cuestionó al grupo de expertos independientes por no entregar pruebas sobre los señalamientos de que la secretaría que actualmente encabeza Luis Cresencio Sandoval se resiste a entregar toda la información.

"Todo lo que se ha logrado ha sido porque ha habido informes del Ejército, de Marina, de las instituciones. No ocultamos nada", agregó el presidente. Y visiblemente molesto, lanzó: "Ya basta de estar administrando el dolor de la gente".  Y es que considera que es por una cuestión ideológica y política que se ha establecido que el Ejército es responsable de la desaparición de los 43 jóvenes la noche del 26 de septiembre de 2014, además del Estado.

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"Yo les puedo decir que claro que fue el Estado. Lo que sucedió en Ayotzinapa tuvo que ver con decisiones de autoridades locales y con la delincuencia, con el contubernio, con la asociación delictuosa entre autoridades locales, policías municipales, esa es mi hipótesis, y la delincuencia que dominaba esa región", dijo el presidente.

Sin embargo, no compartió la acusación de que el Ejército es responsable, pues señaló que aunque "esa delincuencia tuviese vínculos con algunos militares o que los militares de la región se hayan enterado y no hayan evitado que desaparecieran los jóvenes y que hubiesen cometido el delito de omisión, es otra cosa".

El presidente precisó que hay un coronel en prisión, pero que no fue acusado directamente de la desaparición sino de presunta vinculación con el crimen organizado. "Es bastante temerario decir que la responsabilidad fue del Ejército", insistió.