Los dichos de Mike Pence de hoy miércoles sobre que México pagará el muro fronterizo vuelven a elevar la tensión en la relación bilateral. En la última comunicación entre Enrique Pela Nieto y Donald Trump habían acordado no volver a hablar en público sobre quien pagaría el muro. El dato sorprendió al mandatario que iniciaba su regreso a la Capital desde Nuevo Léon. La respuesta no esperó a llegar a Los Pinos: desde la Secretaría de Economía así como también varios senadores del PRI comenzaron a avisar a empresarios del sector de alimentos que se preparen para no importar más maíz desde Estados Unidos.

México importa actualmente el 50% del maíz que consume la población. Casi la totalidad del mismo se compra a firmas productoras de EU. El plan diseñado por Ildefonso Guajardo es que ese insumo se compre en Sudamérica y que el Gobierno de apoyos a las empresas que requieran importarlo.

El año pasado se realizaron importaciones de maíz de EU por el monto de 4500 millones de dólares. El movimiento va más allá de demostrarle a Trump las implicancias de una guerra comercial. Afectaría a los estados donde su discurso tiene una gran aceptación: Kansas, Iowa, Minnesota, Nebraska e Indiana, el estado del vicepresidente Pence.

No solo eso, apuntarle al Corn Belt es visto como un paso preliminar a tomar medidas similares en los estados fronterizos donde el comercio con México asciende al 70% y donde miles de empleos dependen de ese flujo.

Los dichos de Pence coinciden con una retórica más dura por parte del gobierno mexicano que no cambió tras la visita de Rex Tillerson y John Kelly a Los Pinos. En ese encuentro EPN rechazó una cumbre con Trump en la cumbre del G-20 en Hamburgo.