El pasado viernes los principales ejecutivos de KIA en México tardaron una hora y media en firmar todos los documentos correspondientes al nuevo contrato con Nuevo León. Fue en la Torre Administrativa, en presencia de Gregorio Canales - negociador designado por el Estado - y también del alcalde de Pesquería, Miguel Ángel Lozano. Solo falta que lo firme Jaime Rodríguez Calderón y el tesorero Carlos Garza. Luego de eso el nuevo acuerdo se presentará al público.

Existen múltiples ideas sobre el tiempo que llevó lograr un nuevo contrato y la presentación dejará en evidencia que hace tres meses cuando el Bronco anunciaba la paz con KIA en realidad solo se trataba del inicio de la negociación. Esto alienta la percepción de que el acuerdo nuevo no se firmaba porque el gobernador temía que eso derrumbara el caso contra Rodrigo Medina: para esa acción penal era preciso que el contrato estuviera vigente.

El derrumbe de ese caso contra el ex gobernador del PRI hace ahora posible proclamar la paz con la empresa coreana. El Bronco presumirá de lograr un ahorro decisivo para el Estado pero el ganador inmediato será el alcalde de Pesquería que tendrá más de 100 millones de pesos para un municipio que es estrella en lo referido a inversión extranjera pero que al mismo tiempo se muestra sumamente deteriorado.

Para KIA es un buen final, especialmente porque si bien se dio una baja de los incentivos fiscales, la firma sostiene la posibilidad de que toda su cadena de producción provenga de firmas coreanas lo que era un tema de discusión. El pasado viernes en la firma de los documentos uno de los ejecutivos de la empresa recordó que la Federación apoyará en el proyecto de un ferrocarril para enviar la producción de la planta a Estados Unidos.