El día de ayer, miércoles, y después de poco más de 12 horas de audiencia el juez de control,Marco Antonio Fuerte Tapia determinó que Jesús Murillo Karam será procesado por los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia. Ante la posibilidad de fuga, enfrentará el proceso desde la cárcel del Reclusorio Norte.

El juez, también otorgó a la FGR un plazo de tiempo de 3 meses para concluir la investigación complementaria. De ser encontrado culpable, el ex titular de la PGR podría enfrentar más de 22 años de prisión. Murillo tiene 74 años y padece de hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica e insuficiencia vascular cerebral.

Al término de la audiencia, una de las madres de los normalistas desaparecidos, espetó a Murillo y le cuestionó, "que nos diga en dónde están nuestros hijos, ¿en donde los dejó?", cuestionamiento que no recibió respuesta por parte del acusado.

"Nadie ha podido tirar la verdad histórica. Se pudieron cometer algunos errores, pudieron haber algunas fallas, pero hasta el momento nadie ha podido tirar la verdad histórica", declaró el ex gobernador de Hidalgo.

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Algunos de los elementos de la defensa para evitar la vinculación a proceso fueron que no hay nadie que lo pueda señalar como culpable de los delitos de los que es acusado, que no se le puede juzgar con las leyes actuales, cuando los supuestos actos fueron hechos con otra legislatura y que las conferencias de prensa en las que participó durante 2014 tampoco son una evidencia contundente de su participación en Ayotzinapa.

Como último recurso para que Murillo no enfrentara su proceso judicial detrás de las rejas, sus abogados presentaron al experto en medidas cautelares y análisis de riesgos procesales, Cuauhtémoc Vázquez González de la Vega, quien comentó en su defensa, "el brazo fuerte de la familia, amante de sus hijos, nietos y perros, arraigado en México, incapaz de huir".