La retirada de New Fortress del proyecto de extracción de gas natural del campo Lakach significó un duro golpe para Petróleos Mexicanos, pues el proyecto es clave para el abastecimiento en el sureste mexicano, por lo que ya busca otros jugadores para continuar con el plan, entre ellos, Carso, de Carlos Slim.
La semana Reuters reveló el fin del contrato. Fue la empresa quien declinó continuar con el proyecto debido a la baja rentabilidad de explorar este campo ubicado en aguas profundas, a 93 kilómetros al sureste de la Ciudad de Veracruz, principalmente por los bajos precios de este hidrocarburo ante el incremento en los costos para la construcción de la infraestructura necesaria para explotar el campo.
Se trata de uno de los proyectos prioritarios para la petrolera mexicana, por lo que ya busca con urgencia a otros jugadores. Fuentes afirman que en la mira estarán firmas con buena relación con la 4T como ICA o Carso. De esta última, se sabe que Slim ha colaborado con esta administración en diversas ocasiones y se prevé que no tenga dudas en seguir apoyando el proyecto de AMLO.
Para esta administración, impulsar la producción de gas natural es clave para garantizar el abasto eléctrico en la penÃnsula de Yucatán, que en el pasado ha puesto en alerta en más de una ocasión a la CFE. La extracción del hidrocarburo de Lakach es la salida del gobierno para poder echar a andar las plantas de ciclo combinado que la empresa que dirige Manuel Bartlett echará a andar entre el cierre de 2023 y el inicio de 2024.
La falta de inversión complica el plan de Sheinbaum para aumentar reservas de gas
Aunque el proyecto de Lakach siempre ha estado rodeado de controversia. Vale recordar que el proyecto fue analizado desde administraciones pasadas, pero abandonado en 2016 precisamente por la baja rentabilidad que representa. Sin embargo, el año pasado Pemex, bajo la dirección de Octavio Romero, buscó revivirlo y planteó un proyecto en asociación con New Fortress.
El planteamiento generó debates al interior de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) que mantuvo frenado el proyecto por varios meses. Una consideración también que se tenÃa en el mercado es la falta de experiencia de esta empresa en la materia. Sin embargo, eventualmente el regulador terminó dando luz verde.
Vale decir que no es el único proyecto de gas natural para el sureste, pues también se desarrolla el gasoducto marino Texas-Tuxpan con un proyecto que también pretende conectar al sureste a través de una asociación con TC Energy, sin embargo, también se ha visto envuelto de controversias que prolongarán su finalización hasta 2025.
Y es que a pesar del discurso de soberanÃa energética del presidente López Obrador, el gas natural ha tomado un rol muy lateral para su administración; sin proyectos para aumentar la producción ni para almacenar el gas que se importa desde Estados Unidos. Un asunto que tendrá que encarar con urgencia la próxima administración de cara a la transición energética y las demandas que suponen el nearshoring.
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