El temor de una recesión en Estados Unidos ha puesto en jaque al mercado petrolero en las últimas jornadas, sin embargo, su trayectoria a lo largo del año puede tener un fuerte impulso. La clave de ello está en la recuperación de la economía china y el alza en la demanda.

El fantasma de la recesión mantuvo presiones sobre el precio del crudo durante el primer trimestre del año y las caídas se extendieron durante la primera semana de mayo, pues hasta el pasado jueves acumulaba ya una caída de 10.7%, por debajo de los 70 dólares por barril.

No obstante, los inesperados resultados de empleo en Estados Unidos, revelando la fortaleza que mantiene ese sector, dio un empujón de casi 3% al arranque de la jornada de este viernes. Así, el referencial WTI se ubicó en 70.43 dólares por barril, reflejando un respiro en el mercado, pues aún no se observan señales claras de deterioro en la economía estadounidense.

Caída en el precio del crudo le mete presión a Pemex y a Hacienda en el primer trimestre del año

Este repunte aún está expuesto a diversos elementos, las acciones de Rusia, de Europa, sin embargo, en el mercado la vista está puesta en el dinamismo de China luego de que este año pusiera fin a sus restricciones por Covid-19 y más aún, por el plan económico que impulsa el gobierno de Xi Jinping para dinamizar el mercado interno. La apuesta es logar un crecimiento de poco más de 5%.

En ese escenario, petroleros no descartan que el precio del crudo cierre el año en 79.64 dólares por barril, pero analistas como Marcos Arias, de Monex, afirman que hay espacio de crecimiento hasta los 90 dólares. Otros, mesuran el pronóstico y advierten que más bien repercutirá en la estabilización de los precios.

Las señales económicas sobre China aún son mixtas. Por ejemplo, el día de ayer, el indicador PMI de manufactura bajó de 50 a 49 puntos en abril, que es una zona de contracción y su peor nivel desde 2022, lo que ha generado especulación de una recuperación más lenta en el país asiático. Pero también hay que considerar que esta economía creció a una tasa anual de 4.5% al primer trimestre del año, por arriba de lo esperado.

Analistas coinciden que será hasta la segunda mitad del año que la estrategia de Jinping para fortalecer la demanda interna e impulsar reformas estructurales para recomponer la oferta y subsidiar la producción interna, empezará a tener efectos visibles, explicando que las expectativas de crecimiento de instituciones como el FMI o la OCDE ronden el 5.3% al cierre de este año, en contraste con la estimación de 1.6% para Estados Unidos.

La apuesta más fuerte del presidente chino es dejar de depender de las exportaciones, entendible pues sus dos principales socios comerciales están mostrando un débil crecimiento. Además, el país asiático también se distingue sobre otras potencias mundiales porque no ha implementado una política monetaria restrictiva.

"Xi Jinping apuesta por un cambio de rumbo económico que genera las pautas para fortalecer el mercado interno y que no le afecten las medidas de Estados Unido o de la Unión Europea. Otro aspecto es que hay una enorme inversión intelectual de capital productivo hacia China hacia el factor tecnológico para no depender de la proveeduría de microchips", explicó Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios UNAM.

Por su parte, el especialista del sector, Arturo Carranza, también señala otros aspectos ha considerar en el comportamiento del crudo, como el hecho de que Rusia no ha reducido sus exportaciones de petróleo y en ese sentido China también ha sido clave, pues se ha convertido en su principal comprador.

Pemex mantiene ganancias en el primer trimestre del año: reporta $57 mil millones

Para México, la caída del precio del crudo provocó descalabros en la Hacienda pública durante el primer trimestre del año, pues los ingresos cayeron 5.5% a tasa anual, ante el desplome de 18.3% en los petroleros.

Para Pemex, si bien obtuvo ganancias en ese periodo por 57 mil millones de pesos, estos estuvieron 50% por debajo de lo reportado un año atrás, viendo presiones en sus ingresos y ventas ante los bajos precios del crudo.

Vale señalar que para todo el año la Secretaría de Hacienda prevé un precio promedio en 66.9 dólares por barril.