En diciembre Raquel Buenrostro dijo, tras una incursión a Washington DC, que buscaría llegar a la Cumbre de América del Norte del próximo lunes con un pre acuerdo  que contribuya a evitar un litigio de mayor densidad con Estados Unidos por la política energética de Andrés Manuel López Obrador. Según pudo conocer LPO, casi no hay avances ni acercamientos en los temas que inquietan a la administración de Joe Biden, como los manejos de CFE respecto al mercado privado, el uso de contaminantes por parte de Pemex o el transporte de gas. 

Cuando Buenostro llegó a Economía se instaló fuertemente que ella tendría mayores facultades para acordar con Rocío Nahle y Manuel Bartlett. La realidad ha sido muy diferente porque Buenrostro encuentra la misma dificultad que Tatiana Clouthier: ni el director de CFE ni la secretaria de Energía tienen  predisposición alguna para ceder en sus posiciones. 

Según deslizan en Economía, solo se alcanzó un acuerdo referido al diesel contaminante de Pemex, acuerdo que tendería a permitir la misma flexibilidad madioambiental para el sector privado. Como es de esperar, esto no tiene eco en Washington ya que al otro lado de la frontera lo que importa son los protocolos ambientales y no si el que contamina es el Estado o son los privados.

Para la Casa Blanca el problema actualmente no es tanto el costado legal de México, sus leyes y regulaciones: el problema es que el Gobierno, Pemex y CFE actúan como si ciertas legislaciones ya estuvieran vigentes cuando no es así.

Con este panorama se vuelve cada vez más importante el rol que tendrá López Obrador en la bilateral con Biden, dispuesta para el lunes en la tarde. Allí también hay disonancias. En el Departamento de Estado llama la atención que mientras la cumbre tiene una agenda netamente económica y comercial, el presidente mexicano le mandó una carta a Biden pidiendo discutir sobre el injerencismo político de Estados Unidos en la región y sobre la integración continental.

La reunión de ayer martes del presidente con el embajador Ken Salazar abordó de modo fugáz la cumbre: López Obrador estaba más enfocado en el resultado adverso que su Gobierno cosechó en la elección de presidente de la Suprema Corte y en el drama de Perú. 

Todavía no está configurada la comitiva de Biden para llegar a México. Se sabe que lo acompañará el secretario de Estado Anthony Blinken y la de Comercio Gina Raimondo. Ambos estarán presentes en un encuentro con empresarios mexicanos. 

Justin Trudeau de momento es el único de los tres mandatarios que ha confirmado disposición para un encuentro con empresarios del bloque T-MEC.