El reciente informe de la Corte Suprema de Justicia señala que en la Argentina hubo 254 femicidios durante 2016. Del total de las víctimas, en 232 casos los responsables fueron parejas o exparejas (164), familiares (37) y/o conocidos (31). La cercanía es fundamental y vital al momento de una situación de violencia, por eso también es vital la cercanía del Estado para detectar y proteger rápidamente a las mujeres.

Creo que conocer estas cifras, que son madres, hermanas, hijas, nos permite trabajar en profundidad -como parte del Estado- en la prevención de hechos. Según la CSJN, en la Ciudad de Buenos Aires, durante 2016 hubo 14 femicidios, sin embargo, la dirección de Estadísticas tiene datos hasta 2015.

En el análisis del devenir presupuestario del Programa de Asistencia de Víctimas de la Dirección General de la Mujer de los últimos 5 años, se observa un presupuesto de 29 millones de pesos (2013), 33 millones (2014), 58 millones (2015), 72 millones (2016) y 111 millones en (2017). Sin embargo, es necesario salir de la discusión presupuestaria para entender las falencias del Gobierno de la Ciudad en esta área.

La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) tiene como deber el control, pero también la obligación de proponer correcciones y lineamientos que mejoren la calidad de vida de los porteños. Actualmente se está evaluando la gestión de la Dirección General de la Mujer durante el período 2016.

Sin embargo, en el año 2015 se realizó un informe de gestión sobre los Centros Integrales de la Mujer (CIM), correspondientes al programa N°69 Asistencia a las víctimas de violencia. En la ciudad hay 6 CIMs que se ocupan de brindar asistencia psicológica individual y grupal, asesoramiento legal y patrocinio jurídico gratuito. La AGCBA detectó la ausencia de trabajadores sociales en los tres centros relevados.

El rol de los trabajadores sociales es vital ya que son el contacto de cercanía, quienes luego de evaluar el caso, elaboran una estrategia de abordaje teniendo en cuenta cada situación particular. Tampoco funcionaba el sistema de comunicación y base de datos en red que facilite la labor de los profesionales. Además se encontraron problemas de infraestructura como caños rotos, humedad y falta de espacio físico para terapia de grupo.

La falta de profesionales se refleja en la baja progresiva del número de mujeres víctimas de violencia familiar atendidas en los CIMs: 2794 (2012); 2367(2013); 2097 (2014); 1955 (2015).

En la misma dirección, se muestran la cantidad total de consultas brindadas en los CIMs desde 2012: fueron 23.426 (2012); 21.361 (2013); 20.065 (2014); y 19.556 (2015). Por último, esta tendencia se vuelve contundente en la baja en la cantidad de llamados: de 6800 en 2012, a 5300 en 2015.

En conclusión, la baja general en los índices de atención sumado a la falta de información actualizada y confiable deja planteadas preguntas en un escenario que no sabe de plazos, y necesita respuestas con urgencia, vale repetir que el número de víctimas en la CABA ascendió de 12 víctimas en 2015 a 14 en 2016.

En la Ciudad vivimos 1.628.591 mujeres, el #NiunaMenos es un grito colectivo para ponerle freno a la violencia física, psicológica, sexual, económica y patrimonial que sufrimos solo por nuestra condición femenina. Esta voz, que hoy por la tarde se hará oir en todo el país, debe advertir sobre la necesidad de mejorar las políticas de prevención y contención de la Ciudad de Buenos Aires.