Matías Lammens y Marcelo Tinelli enfrentan una situación crítica al frente de San Lorenzo y analizan adelantar las elecciones para descomprimir la bronca de los hinchas de uno de los cinco clubes grandes del país.

Tinelli es el presidente pero está de licencia desde mayo del año pasado. Por estas horas analiza renunciar antes de que expire su licencia de un año. Si bien el presidente interino es el sindicalista de la TV Horacio Arreceygor, el club es manejado por el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, que es el vicepresidente segundo.

Lammens se reunirá este martes con Tinelli y le pedirá que tome una definición sobre su permanencia o salida del club. Todos creen que el conductor dará un paso al costado. Tras esa reunión, el ministro reunirá a la comisión directiva de San Lorenzo y discutirán los pasos a seguir. Si Tinelli renuncia, la misma será aceptada inmediatamente y se convocará a elecciones.

Pese a que los tres tienen mandato hasta fines de 2023, Lammens analiza adelantar los comicios para bajar la tensión con los hinchas, furiosos por el momento deportivo e institucional del club. Los hinchas lo insultan a él y a Tinelli en cada partido en el Nuevo Gasómetro, como sucedió el sábado ante Patronato, al que Lammens decidió asistir luego de meses de ausencia.

La tensión también se vive fuera de la cancha y se expresó en dos marchas de los hinchas: una a la sede del club en Avenida La Plata y otra directamente a la sede del ministerio de Turismo y Deportes, lo que despertó una luz de alarma en el Gobierno.

Las números aplastantes de las cuatro elecciones que ganó esta conducción, que nunca bajaron del 80% de los votos, contrastan con las encuestas que revelan que la imagen negativa de Tinelli y Lammens entre los hinchas superaría ese mismo 80%.

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La bronca de los hinchas se explica principalmente por dos motivos: el rumbo deportivo del equipo, que el año que viene deberá volver a pelear por evitar el descenso como en 2012 y por el pasivo alarmante que tiene el club nacido en Boedo.

Según explicó el sitio especializado DataSL, los números oficiales volcados por el club en el último balance revelaron un déficit operativo ascendió a $1.962.019.214, más de 20 millones dólares al tipo de cambio oficial al momento del cierre del ejercicio. En el club dijeron a LPO que la deuda no es lo que está asfixiando a la dirigencia, sino el caos deportivo.

Otro tema urticante para la dirigencia del club de Boedo es la construcción del nuevo estadio, el gran objetivo de la gestión de Lammens y Tinelli, que está totalmente frenado. La directiva logró recuperar los terrenos de avenida La Plata, pero para construir el estadio necesitan unos 70 millones de dólares, algo imposible en este momento. En el club dicen que las restricciones de la economía argentina para conseguir financiamiento son la principal traba.

Telam

Ese balance debe ser aprobado en la asamblea de representantes programada para el 12 de mayo. Las autoridades del club planean hacer la asamblea de manera virtual, con el argumento de la pandemia. Por eso desde las agrupaciones opositoras se presentaron ante la Inspección General de Justicia (IGJ) para que la asamblea se haga de manera presencial.

Además el plantel no cuenta con jugadores de jerarquía para vender y pagar deudas, además de que no tiene sponsor: el logo de Unesco que figura en la camiseta no le deja dinero a la institución. Por eso el oficialismo ya sufrió la renuncia de dos vocales, dos tesoreros, un fiscalizador y casi diez asambleístas, además de integrantes del Tribunal de Honor, una situación inédita para esta conducción.

En este contexto caótico, Lammens podría inclinarse por el secretario general, Miguel Mastrosimone, para conducir el club. Mastrosimone no está exento de críticas: desde 2013 fue secretario de Tinelli, Arreceygor y el propio Lammens y firmó los contratos de los 40 jugadores que se terminaron yendo libres del club en los últimos 5 años.

La oposición aún no tiene un candidato único, y aparecen figuras como la de César Francis, que nunca llegó a los dos dígitos cuando se presentó como candidato, y de Marcelo Moretti, que también participó del oficialismo actual y estuvo ligado a Tinelli. También hay un frente de agrupaciones que estuvo a cargo de la organización de las marchas.