
Santiago MartÃn Barajas (60 años) es una cara visible del ecologismo español. Es el coordinador del área de Agua de Ecologistas en Acción, una confederación de más de 300 grupos ambientalistas distribuidos por pueblos y ciudades de toda la penÃnsula.
Este ingeniero agrónomo no se considera "colapsista", teorÃa muy en boga en el contexto de crisis mundial. Se trata de una corriente de pensamiento que proyecta una inevitable muerte de nuestro sistema socioeconómico por el exceso de consumo y la escasez de recursos energéticos y de materias primas.
Sin embargo, vaticina un escenario grave en el futuro cercano por la poca agua que tiene la mayorÃa de los embalases de España. La cuenca está por debajo del 40% y jamás habÃa decrecido tanto en estas fechas. Advierte que si el próximo otoño es seco, gran parte del paÃs va a sufrir un "colapso hÃdrico" que va a generar que "millones de personas tengan problemas para acceder al agua".
"No me gusta la palabra colapso de forma vacÃa y ligera. Es fácil aventurar un colapso a cincuenta o a cien años. Pero no puedo dejar de advertir que estamos a las puertas de un colapso hÃdrico. Lo estamos rozando desde hace años. Ahora puede ocurrir", explica en diálogo con LPO.
Este "colapso" no se va a producir por culpa de la sequÃa, sino por el "exceso de regadÃo", por la enorme cantidad de agua que España destina a su sistema productivo, que supone entre el 85 % y el 93 % de su consumo.
Barajas -autor del libro "RÃo arriba", un exhaustivo catálogo de las protestas ciudadanas que sirvieron para rescatar enclaves del patrimonio natural, - explica que su advertencia se basa en "datos técnicos" que están a disposición del Gobierno. "No hay que ser muy listo para darse cuenta de la gravedad de la situación. El tema es que se gobierna a corto plazo", dice sobre la "inacción" del Ejecutivo.
Y agrega: "Desde Ecologistas en Acción llevamos varios meses solicitando al Ministerio de Agricultura que restrinja el volumen de agua derivado a los regadÃos, al menos hasta alcanzar unos niveles de agua almacenados más próximos a la media de los últimos años. Sin embargo, el Gobierno hace caso omiso a nuestras demandas".
El especialista hÃdrico pone todas las variables sobre la mesa para justificar su planteo. Los embalses se encuentren 20 puntos porcentuales por debajo de la media de los últimos 10 años para esta misma fecha. Y si bien en otoño de 2021 llovió un 17 % por debajo de la media y el invierno fue seco, durante la última primavera llovió un 12 % por encima de la media.
La Comunidad de Madrid consume veinte veces más energÃa de lo que produce
Más que a la falta de lluvias, esta situación crÃtica se debe a un exceso de consumo, generado por el regadÃo, cuya superficie no para de crecer, sostiene Barajas. "Los embalses son almacenes de agua, pero están funcionando como estaciones de transferencias al sector productivo", explica. Y saca más datos a relucir.
"Se esquiva el verdadero problema al hacer tanto foco en las sequÃa. La Comunidad de Madrid es un ejemplo. Sus embalses se encuentran al 63 %, nada menos que 23 puntos porcentuales por encima de la media de los embalses del conjunto del paÃs. ¿Por qué ocurre esto? Porque estos embalses se dedican casi exclusivamente al abastecimiento urbano, sin derivar apenas nada de agua al regadÃo", subraya.
Para Barajas, "no hay nada más fácil que echarle la culpa al cielo", pero el problema es otro. "El Gobierno podrÃa hacer su trabajo y limitar el regadÃo. Pero elige no enfrentarse con el sector productivo y ponerse de perfil".
No solo eso: algunos cargos públicos, denuncia, "están fomentando sin ningún pudor la proliferación del regadÃo ilegal". Barajas pone un ejemplo: la Junta de AndalucÃa admitió meses atrás que analizada legalizar 1.600 hectáreas de regadÃos en el entorno del Parque Nacional de Doñana.
"Lamentablemente -agrega- tarde o temprano este colapso hÃdrico va a suceder sino se regulan los regadÃos. Aunque se están tramitando los nuevos planes hidrológicos, estos no incluyen la adopción de medidas eficaces para evitar que se produzcan situaciones de escasez, que tienen su origen en el exceso de consumo".
El panorama hÃdrico es tan preocupante que en algunos embalses están ya considerados como "pantanos muertos", como es el caso del de La Viñuela, en Málaga, que se encuentra al 12,12%. Las restricciones de suministro ya se extienden por nueve CCAA.
Una "foto" para entender el crecimiento del regadÃo es que en España ya se riega "durante todo el año", especialmente en la mitad sur peninsular y en la costa mediterránea: "Antes la campaña de riego empezaba en primavera/verano. Ahora es todo el año. Es insostenible".
Barajas despotrica también contra un latiguillo repetido en los campos españoles. "Necesitamos los regadÃos para comer", se excusan los productores. "Esto es falso. La producción del regadÃo en España tiene muy poco que ver con la soberanÃa alimentaria. El término es bonito. Pero la realidad es que España exporta mucho de lo que produce en su tierra", detalla.
Los datos oficiales indican que uno de cada cuatro alimentos producidos por el sistema agroalimentario se conserva para cupos nacionales: los otros tres se van al exterior, sobre todo a la UE.
En esto contexto, "no está mal que los hogares ahorren agua", aunque el consumo doméstico no mueve la brújula de la emergencia hÃdrica.
"Los ciudadanos tienen que consumir solo lo que necesitan para vivir. Pienso que la población está concienciada con el problema. Me parece perfecto que se llenen todas las piscinas durante el verano y que Vallecas, por ejemplo, tenga su fiesta del agua. Poner el foco en estos consumos es otra manera de desviar las causas de este fenómeno", expone.
Y concluye: "En Madrid en épocas de sequÃa, el consumo baja por lo general 10%. Los que no están concienciados son los responsables de la escasez de agua, los que producen".
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