Pocas veces los gobiernos de España y Colombia tuvieron una sintonÃa tan fina y estrecha como la que han establecido Pedro Sánchez y Gustavo Petro. "Dos gobiernos progresistas se han encontrado para abrir caminos progresistas a la humanidad", sintetizó el mandatario latinoamericano al cerrar este jueves su gira por Madrid.
Petro se volvió a Colombia con diez acuerdos de cooperación internacional firmados bajo el brazo, con la promesa de inversiones y con el compromiso de luchar, a ambos lados del océano, para avanzar lo más rápido posible en la descarbonización de las economÃas y en la mitigación del cambio climático.
"Compartimos una visión esperanzadora sobre las enormes oportunidades de la transición ecológica y la transición digital. Se abre una etapa muy importante", celebró Sánchez en la rueda de prensa que celebraron juntos en el Palacio de la Moncloa.
En la declaración conjunta, ambos mandatarios subrayaron "su preocupación por la crisis climática sin precedentes que se está produciendo a nivel global" y señalaron "la urgencia de acelerar los esfuerzos globales en materia de cambio climático en lÃnea con la ciencia, y coinciden en que, dado el inadecuado ritmo de la transición hacia un modelo descarbonizado y resiliente, la posibilidad de mantenerse en la senda de los 1,5 °C está en peligro".
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Sánchez se comprometió a invertir mil millones de euros en la transición energética de Colombia a través de las empresas ibérica que apuestan por la energÃa verde.
"Que produzcamos acá y allá, compartamos el potencial de energÃas limpias en Latinoamérica, el mayor del mundo, para hacernos socios de un mundo más productivo y limpio, descarbonizado, fundamental para que la especie humana siga existiendo", agradeció Petro.
Eso sÃ, el lÃder latinoamericano marcó territorio en lo que respecta al potente e histórico comercio de materias primas (granos, minerales, etc.), un vÃnculo que Sánchez quiere potenciar con la firma del acuerdo UE-Mercosur (Colombia es un Estado asociado de ese bloque).
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Pidió que la cumbre UE-CELAC (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe) de julio, la primera desde 2015 y la presidencia española de la UE sirvan como punto de inflexión en la relación entre ambas regiones. Petro llamo a un "giro radical", a un "nuevo hito", un "cambio de fase".
"La cumbre no debe ser una reunión más, debe implicar un hito, un cambio de fase. Que América Latina deje de ser el recinto de producción de materias primas, de carácter extractivo, que podamos entrar en una plataforma productiva común con Europa. Ambos compartimos la importancia de que la región tenga voz internacional propia, la cumbre puede suponer un refuerzo de la relación polÃtica de Colombia con la UE", afirmó.
Sánchez asintió con la cabeza, aunque difÃcilmente tome su consejo durante su presidencia de la Eurozona. La transición ecológica que plantea España -reconoció que le gustarÃa pasar a la historia como un presidente que puso "el ecologismo en el centro del debate polÃtico"- no contempla, llamativamente, ninguna ruptura con el modelo extractivista.
DÃas atrás, el lÃder socialista recibió al presidente de Brasil, Ignacio Lula Da Silva, a quien le prometió trabajar para doblegar la resistencia Macron sobre el pacto con el Mercosur." Hay pocos argumentos para que no se pueda llegar a ese acuerdo. Europa necesita aliados. Vamos a trabajar para superar las resistencias. Si hay una oportunidad, claramente es ahora. Europa necesita aliados, sobre todo con aquellos paÃses en los que tenemos afinidades sociales y culturales y lazos históricos comerciales. Hay pocos argumentos para que no se pueda llegar a un acuerdo, dijo.
Sánchez aclaró que con el acuerdo van a "ganar todos", una visión que Petro no comparte. Tampoco los movimientos ecologistas europeos y latinoamericanos.
Tom Kucharz, activista, investigador social y miembro de Ecologistas en Acción, lamenta que "de forma verbal, los lÃderes constatan la gravedad del cambio climático y se comprometen a luchar por la reducción de emisiones", pero en los hechos "todas las medidas son para defender el capital trasnacional".
"El caso de Lula es un ejemplo. En su discurso de inauguración de toma de posesión habló de una polÃtica de deforestación cero. Y reglón seguido dijo que es posible aumentar la frontera agrÃcola sin deforestar, lo que es imposible. Esta contradicción es brutal", ejemplificó en diálogo con LPO.
Y concluyó: "No sé si somos conscientes en Europa que nuestra modo de producción y consumo se basa en el expolio de los recursos a otros pueblos".
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