Opinión
Una utopía llamada Unión Europea
Por Juan Carlos Bermejo
¿Dónde está? ¿Qué hace la Unión Europea ante una crisis de salud pública?Ahora es el momento de ver si realmente estamos en la Unión Europea o en una caricatura

La Historia de Europa a lo largo de los siglos puede resumirse en una frase: Pueblos y culturas irreconciliables en conflicto permanente. Europa es la zona del planeta Tierra donde han tenido lugar las mayores atrocidades conocidas, donde han proliferado las alianzas más inauditas y donde se han consumido más recursos humanos y materiales en favor de la destrucción. Es duro, pero es la realidad.

Cierto es que Europa también ha proporcionado momentos de gloria, pero nunca por su unión cultural, social, política o administrativa. Su nombre sólo se ha caracterizado por dar nombre a un continente. Quién piense otra cosa, es un soñador, o simplemente, un ingenuo. La devastación que supuso la II Guerra Mundial condujo a que algunos países (Francia, Alemania, Italia y Benelux), movidos por la necesidad económica crearan la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), el germen de nuestra Unión Europea.

Esta CECA no era ni más ni menos que una alianza más con fecha de caducidad, como muchas anteriores, pero sin un fin bélico, lo que abría la puerta a aspiraciones más ambiciosas, jamás vistas. Y así fue, con pasos intermedios como unidad aduanera, libre circulación de personas, moneda con banco central, tribunales y legislación común, finalmente se constituyó la Unión Europea. ¡Fascinante! Se había conseguido lo imposible. No sólo había paz, sino que además todos podíamos atravesar las fronteras, vivir y trabajar dónde quisiéramos, pagar con la misma moneda y compartir derechos y obligaciones.

 La crisis de 2008 volvió a poner a cada uno en su sitio. Los desequilibrios no se hicieron esperar por países que adoptaron una moneda que no correspondía a su economía

Eso sí, también se había creado una estructura burocrática elefantiásica que condicionaría la capacidad de respuesta ante crisis venideras de diferente índole. Y lo que es peor, hizo pensar a muchos países miembros que todos eran iguales, que la Historia, la cultura, ya no importaba, y que la barra libre estaba abierta hasta el amanecer. El castillo de naipes pronto se vino abajo. 

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La crisis de 2008 volvió a poner a cada uno en su sitio. Los desequilibrios no se hicieron esperar por países que adoptaron una moneda que no correspondía a su economía, y que de la noche a la mañana estaban quebrados prisioneros de una deuda impagable habiendo arruinado a dos de sus generaciones tras ceder la soberanía económica y monetaria.

Alemania, el miembro con "derecho" a tener un superávit comercial infinito a costa de colocar sus productos a todos sus "socios" se cebó de forma despiadada con los incautos (y también un poco golfos) griegos. Ya no importaba lo que ocurrió seis décadas antes. España, Italia y Francia por este orden, se plegaron presos de su ineptitud, arrogancia, y por superar ampliamente los niveles etílicos, lo que les provocó muchos años de resaca donde centenares de miles de familias se quedaron en la cuneta a cambio de ser "rescatados" y prisioneros de una inmensa deuda emanada de la fuente del BCE que fabrica dinero de la nada.

Gran Bretaña huye. ¿Qué ventaja tiene ser europeos? ¿Me van a dictar las leyes? ¿Deciden mi futuro en Bruselas? ¡Ni hablar! La descomposición de la Unión Europea se incrementa cada minuto, y ahora, aparece un bicho minúsculo que pone en jaque a todo el planeta. ¡Hay que tomar decisiones! ¡Es el momento de demostrar al mundo el poder de la Unión Europea!

 Â¿Qué hace la UE ante una crisis de salud pública?Las repercusiones económicas serán devastadoras. Estamos sufriendo un hundimiento súbito, lo nunca visto 

Pero, ¿dónde está? ¿qué hace la Unión Europea ante una crisis de salud pública? ¡Cierra la puerta y cada uno que se las apañe! Alemania y Francia acopian material médico y hospitalario. Sus fábricas son para sus ciudadanos. ¿Qué ciudadanos? ¿Los europeos? No, eso ya no es un concepto válido en estos tiempos. ¿Y qué pasa con la economía? ¡Todos tranquilos! Tenemos el BCE, el MEDE, el Banco Europeo de Inversiones para garantizar la liquidez... pero, ¿quién decide? ¿veintitantos?

Alemania no quiere oír nada de los eurobonos, de mutualizar la deuda, de compartir el riesgo con sus "socios" españoles, franceses o italianos (no digamos ya lo griegos) ¡Ah! que los holandeses tampoco quieren, esos que inventaron las sociedades BV para atraer capital como paraísos fiscales. ¡Viva la solidaridad europea! Las repercusiones económicas serán devastadoras. Estamos sufriendo un hundimiento súbito, lo nunca visto. En la Unión Europea, el PIB caerá más de un 10% en 2020 con toda seguridad.

España será uno de los países que más sufra, ya que su tejido industrial es más débil. El turismo, que representa el 15% del PIB, está prácticamente perdido, a lo que hay que sumar el daño colateral que sufrirán otros sectores, como la automoción, la construcción o los servicios. Ahora es el momento de ver si realmente estamos en la Unión Europea o en una caricatura. Si las páginas de la Historia van a escribir que Europa dejó de ser sólo el nombre de un continente para los colegiales o lamentablemente vuelven a escribir que sólo es un territorio en conflicto permanente.

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