En una reunión realizada por Zoom, los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) acordaron una jugada conjunta para arrinconar a los gremios estatales de sus respectivas provincias y otorgar subas salariales por debajo de la inflación y atadas al avance de la recaudación.
Este acuerdo, que también tiene el capítulo del Congreso con el rechazo a las retenciones, abarca una política tributaria similar y un esquema de subsidios para que las tarifas sean espejo, particularmente entre Córdoba y Santa Fe, provincias simétricas desde varios puntos de vista. El jaque a las retenciones fue planeado en esa reunión, por lo que falta que el entrerriano ordene a sus alfiles el rechazo.
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En esta "jugada coordinada" de los tres gobernadores, el primer acuerdo es el de otorgar aumentos prácticamente calcados a los estatales de las tres jurisdicciones. Mientras Pullaro y Llaryora negocian con los respectivos gremios, Frigerio, por decreto, otorgó una suba de 12,8 por ciento.
Fuentes del Gobierno de Córdoba aseguraron que ese es el porcentaje que está en los borradores de la negociación. Llaryora debió haber pagado en diciembre y enero la "cláusula gatillo" que había acordado Juan Schiaretti con los gremialistas, pero dijo que "cambiaron las condiciones" y desconoció el acuerdo.
"El incremento no puede ser muy distinto al de las otras provincias hermanas de la Región Centro; con una idea global de que no esté atada a la inflación sino a la evolución de los ingresos, y respetando parámetros que no afecten el porcentaje destinado a la masa salarial", confió un ministro cordobés, quien remarcó que Córdoba y Santa Fe "no pueden tener" políticas tributarias y salariales "muy distintas".
"Santa Fe no va a firmar una paritaria que no puede pagar", afirmó Pullaro en el marco del ninguneo coordinado a los gremios.
Llaryora no hizo declaraciones públicas hasta ahora respecto de la paritaria, pero si cesanteo a 1.500 contratados y comenzó a negociar "caso por caso" con el gremio, forma nada sutil de arrinconar a los gremialistas que fueron socios del actual gobernador en el triunfo.
Llaryora viene de una experiencia similar: cuando era intendentes, acordaba las suban en el boleto de transporte urbano con Pablo Javtkin y Ulpiano Suáez, sus colegas de Rosario y Mendoza, respectivamente. Así, socializaba los ajustes, fórmula de licuar costos políticos que le vendió a Pullaro y Frigerio.
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