El desconcierto es total. El radicalismo de Córdoba intenta interpretar por qué Horacio RodrÃguez Larreta, Gerardo Morales, MartÃn Lousteau y Elisa Carrió, entre otros dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio, avalan la incorporación de Juan Schiaretti a la coalición. La tesis de que "Schiaretti los engañó porque Llaryora está perdiendo" cae por su propio peso. No encuentran cómo salir del laberinto.
Los jefes nacionales mencionados son terminales de los principales candidatos de Juntos por el Cambio en Córdoba. En el caso de RodrÃguez Larreta, por caso, es el proveedor de "los fierros" en la campaña de Luis Juez, monitoreado por IsonomÃa. Larreta es además el referente nacional de Juan Negri, jefe de campaña de Rodrigo de Loredo, integrante de la lÃnea interna Evolución de Lousteau-Yacobitti, socios de Larreta.
Larreta y Morales no piensan dar marcha atrás con Schiaretti y Juntos se asoma a una ruptura
Pero el impacto local prevaleció y De Loredo se desmarcó de la jugada: "La incorporación de Schiaretti la avalan varios dirigentes polÃticos a los que estimo mucho, y que seguramente tienen su mirada nacional. Es discusión nacional tiene su lógica, pero debe darse en un tiempo y en un espacio que es lo que no pasa en este caso. Creo que se están equivocando en un distrito estratégico para Juntos por el Cambio como lo es Córdoba", dijo el candidato a intendente de Juntos por el Cambio.
Otra reacción en el radicalismo cordobés fue huir hacia Patricia Bullrich: encabezados por el ex ministro de Defensa Oscar Aguad, la diputada nacional Soledad Carrizo y el intendente de Jesús MarÃa, Luis Picat (alineado con De Loredo, aunque tropa de Patricia), firmaron un comunicado rechazando a Schiaretti, a cuyo gobierno acusaron de "ocultar" la muerte de bebés en el Hospital Neonatal, "otorgar privilegios" al legislador Oscar González, quien protagonizó un fatal siniestro vial; e "intentar proteger" a los asesinados de Blas Correas, finalmente condenados a perpetua.
Este grupo está en un punto sin retorno respecto de cualquier decisión que pueda tomar la Convención Nacional de la UCR el próximo lunes.
La pata radical de Patricia pretende encabezar la boleta a diputados nacionales para la Paso e impulsa a Aguad como candidato a vicepresidente; confiados en que, según anticipan las encuestas, Bullrich se quedará con el triunfo en Córdoba si finalmente la coalición no se rompe y ella es candidata.
También Mario Negri, jefe del bloque UCR en Diputados, rechazó la "incorporación intempestiva" de Schiaretti, jugada a la que calificó de "aventura", pero se la atribuyó sólo al gobernador, alentando la tesis de que fue Schiaretti quien embaucó a varios jefes nacionales de Juntos por el Cambio.
"Es una trampa que poco o nada redunda en beneficio de la coalición y mucho perjudica a los esfuerzos locales" para desalojar el peronismo, dijo Negri. El jefe parlamentario no ha pronunciado hasta ahora a quién apoyará en la interna de la alianza, un detalle que no pasa inadvertido.
La preocupación de Negri por el resultado electoral no es nueva: hizo saber que, según su análisis, Juntos por el Cambio está al borde de una "catástrofe electoral" que lo dejarÃa fuera del balotaje. Su mensaje era en procura de buscar un acuerdo o, como plan B, minimizar la interna en los distritos. Ahora, ante la centralidad de Schiaretti, no quiere aparecer avalando un movimiento que, de confirmarse, detonarÃa otra vez la coalición en Cordoba.
No menos incómodos están Gregorio Hernández Maqueda, delegado de "Lilita" en Córdoba y candidato a legislador; y Oscar Agost Carreño, presidente del PRO, primer candidato a legislador y referente de RodrÃguez Larreta en Córdoba, aunque en esta última tribu aceptan que una incorporación de Schiaretti serÃa un jaque mate para Bullrich. Sin embargo, aclaran que no hay intención de dinamitar Córdoba. En ese mar de dudas, Juntos por el Cambio su campaña provincial.
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