El peronismo de La Matanza está convulsionado por la interna entre Fernando Espinoza y Patricia "Colo" Cubría, del Movimiento Evita.

LPO anticipó que el intendente perdió el vínculo con dos de las instituciones más importantes del distrito, la Iglesia y la Universidad Nacional de La Matanza.

El Obispado ya había exteriorizado sus diferencias con Espinoza, a quien le endilgan su "falta de compromiso a la hora de combatir el narcotráfico, que está haciendo estragos en los barrios más humildes".

El punto más caliente de esa disputa tuvo lugar cuando fue amenazado el Padre "Tano" Angelotti. En un escenario de muertes que sacudieron las barriadas matanceras, la Iglesia lanzó la campaña "Ni un pibe menos por la droga" y salió a denunciar la connivencia entre el poder político y el narcotráfico.

Espinoza también descuidó la relación con la Universidad del distrito más populoso del país es un enclave del peronismo desde que a meses de 1990 Alberto Pierri le insistió a Carlos Menem y Eduardo Duhalde para que la fundaran. Fue un éxito para el distrito y la segunda universidad más grande de la provincia, detrás de la Universidad Nacional de La Plata.

Además del componente académico, la universidad se convirtió en un facto de poder importante para el peronismo en La Matanza. Y siempre estuvo alineada con el intendente, tanto con Pierri como con Alberto Balestrini y el propio Espinoza.

La Universidad sufre un duro asedio por parte de la gestión Espinoza, que va desde clausuras del Municipio en territorio federal hasta la decisión unilateral de dejar de retirar la basura de las instalaciones de la UNLaM, en plena pandemia y con el vacunatorio contra el coronavirus más grande de la Provincia funcionando allí.

La Iglesia y la Universidad de La Matanza se vuelcan por Cubría y complican a Espinoza 

La UNLaM se encuentra entre las universidades con menor presupuesto por estudiantes y eso lo atribuyen, en parte, a la falta de acompañamiento por parte de los legisladores que responden al espinozismo. En las discusiones de presupuesto universitario, la UNLaM debió apelar al diálogo con otros sectores del peronismo y la oposición para negociar mejoras. Si bien la Intendencia siempre quiso dejar pegada la imagen del rector, quien se reconoce peronista, a sectores de la oposición, Daniel Martínez siempre se mantuvo alejado de las disputas políticas en el territorio.

La fría relación entró en tensión una vez más cuando Espinoza quiso quedarse con el presupuesto destinado de lo que iba a ser una sede de la UNLaM en González Catán. El Rector mostró predisposición para llevar adelante el proyecto, pero el acuerdo se cayó cuando el intendente puso como condición manejar el presupuesto destinado a la sede universitaria y poner a la máxima autoridad.

Un año después, con el tema de la basura y la urbanización de barrios vulnerables en agenda, el intendente y el Rector firmaron un convenio de colaboración institucional. El acuerdo incluía la incorporación de un funcionario de alto rango de la UNLaM al gabinete municipal. Pero la experiencia no terminó bien y fue la gota que rebalsó el vaso.

Télam

El decano del Departamento de Ingeniería, Gabriel Blanco, chocó frente a la burocracia municipal y, en los últimos días, renunció al cargo de secretario de Planificación Estratégica. El Municipio le bloqueó proyectos, le ofreció contratos tercerizados y nunca le brindó una oficina para llevar adelante su tarea. Blanco, desgastado por la falta de gestión, presentó su dimisión con la excusa de que fue recientemente electo como decano.

Todo esto terminó con dos candidatos de la Universidad en la lista de Cubria. Según revelaron desde el centro de campaña de la precandidata a intendenta por Unión por la Patria, "en las últimas semanas, autoridades y precandidatos de la lista de Cubria se vieron intimidados a través de llamadas, mensajes anónimos e insultos en las redes sociales para que declinaran sus postulaciones".

Una de las advertencias se hizo a través de las redes sociales. Allí, el hermano del jefe del bloque del PJ en el HCD, "Rolo" Galván, le advirtió a un postulante que los iban "a sacar a patadas en el orto de La Matanza".

Desde la Universidad evitaron realizar declaraciones al respecto. No obstante, una fuente al tanto del conflicto dejó entrever las razones que llevaron a algunas autoridades a brindarle respaldo a Cubria: "Vive en Isidro Casanova, habla con la gente y hace las compras como cualquier vecino. Tiene un compromiso con los más humildes y sostiene que el trabajo es lo único que puede dignificar a nuestro pueblo. Por eso busca transformar los mal llamados planes sociales en trabajo genuino", dijeron las fuentes.

Ahora Martínez dio libertad de acción para que quienes tienen ambiciones políticas salgan a jugar y esto le generó un fuerte dolor de cabeza al intendente, que ve seriamente cuestionado su liderazgo y su representatividad debido a que no supo contener un frente interno que amenaza con terminar con sus años de hegemonía.