Máximo Kirchner presentó este martes un proyecto para prohibir la transferencia de acciones de Aerolíneas Argentinas y evitar que el próximo gobierno la privatice.

La iniciativa parlamentaria postula un cambio en la redacción del artículo 1º de la norma 26466, sancionada el 17 de diciembre de 2008 y promulgada cinco días después. 

"Se prohíbe la transferencia de las acciones declaradas de utilidad pública y sujetas a expropiación, conforme al presente artículo, sin la autorización del Honorable Congreso de la Nación que para su aprobación requerirá obtener el voto de las dos terceras partes del total de los miembros de cada Cámara", reza el párrafo que el proyecto pretende agregarle al final del primer artículo.

El texto lleva la firma de Máximo y de sus pares Juan Carlos Alderete, Cristina Britez, Lía Caliva, Leila Chaher, Marcos Cleri, Gabriela Estévez, Federico Fagioli, Mónica Macha, Gisela Marziotta, Leopoldo Moreau, Paula Penacca, Agustina Propato, Rodolfo Tailhade y Natalia Zaracho.

Kirchner fundamenta que busca "introducir un párrafo quinto al artículo 1° de la Ley 26.466, con el fin de replicar el requisito establecido en el art. 10 de la Ley 26.741 de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), en cuanto a la prohibición de la transferencia de las acciones sin la autorización del Congreso de la Nación votada por las dos terceras partes de sus miembros".

Asimismo, advierte que "si bien la Ley 26.466 declara la utilidad pública de las acciones de Aerolíneas Argentinas S.A., no previó un mecanismo que limite la transferencia de aquellas acciones, por lo que es necesario establecer el alcance de dicha utilidad y plasmar una de las voluntades de la ley - o el espíritu o finalidad".

Ante la consulta de LPO, el diputado del PRO Alejandro Finocchiaro se manifestó en contra de la iniciativa. "El Estado debe poder hacer lo que estime conveniente con sus activos dentro del marco de las leyes vigentes", expresó, y agregó: "me parece que el proyecto es una propuesta tribunera". "Si quieren hacer algo así, deberían modificar la Constitución Nacional", sentenció.

Otros dos legisladores opositores que supieron moverse como aliados para el quórum durante el primer tramo del mandato del presidente Alberto Fernández respondieron que desconocían el proyecto. Uno de ellos contestó, además, que no le interesaba "perder tiempo con esas jugadas que se hacen entre ellos", refiriéndose a los protagonistas de las distintas fracciones del peronismo.

La diputada oficialista Paula Penacca, por su parte, subrayó que "cuando Aerolíneas estaba privatizada, habían vendido hasta los inmuebles que la empresa tenía en las grandes capitales. Esas manos privadas son las que empujan Milei, Larreta y compañía, las mismas que vaciaron Aerolíneas".

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Telam

En declaraciones a FM La Patriada, indicó que la intención es sembrar el debate bajo la convicción de que "el Congreso tiene que ser caja de resonancia de las discusiones importantes para la sociedad". "Lo discutimos mucho en torno a la deuda, cuando Macri tomó la deuda brutal con el FMI y debería haber pasado por el Congreso y no pasó. Eso hubiera generado, por lo menos, mayores niveles de conciencia en la población", argumentó. "Lo más importante es que tengamos conciencia, no podemos votar en contra de recuperar estas empresas estratégicas para nuestro país", dijo.

El tenor de esos razonamientos habilita la suspicacia en los despoblados pasillos de la Cámara Baja. "¿En serio creés que el próximo gobierno tendría los votos para hacer lo que quieran?", preguntaba como ejercicio retórico una opositora desafiante.

Entre los datos que los impulsores de la discusión ponderan figura la reducción del déficit cada vez que la empresa de bandera estuvo bajo gestión kirchnerista. "Entre 2010 y 2015, se redujo el déficit año tras año y la empresa terminó con un déficit de 200 millones de dólares", se apunta en un comunicado de prensa enviado desde el despacho de Kirchner, y luego se enumera que "entre 2018 y 2019, los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri, el resultado fue de 552 millones y 667 millones de dólares de déficit respectivamente", mientras que "en 2020, aún en plena pandemia y crisis de todas las compañías aéreas a nivel global, se redujo a 654 millones de dólares y en 2021 se cerró con 438 millones de dólares de déficit".

Con la misma perspectiva, voceros de la empresa aseguraron a este portal que "durante 2022 la empresa utilizó el 67% del presupuesto asignado por el Estado nacional". "Fueron 47 mil millones de pesos, que a su vez representan el 50% de lo recibido en 2021", puntualizaron. Al mismo tiempo, la empresa obtuvo ingresos por 1864 millones de dólares.

En ese sentido, mencionaron que "la empresa no solo requiere menos inversión del Estado, sino que además achicó su participación en el presupuesto nacional: durante 2023, Aerolíneas representa el 0,31% del gasto público, en tanto que en 2019 fue del 0,48%". En lo que va de 2023, remarcan desde la firma, no se requirieron fondos asignados para este año.

Otro aspecto destacado por la actual gestión es el desendeudamiento de la empresa. A la salida de la administración de Cambiemos, la deuda comercial y financiera rondaba los 1000 millones de dólares pero, en la actualidad, se ubica apenas por encima de los 600 millones de dólares.