Contrarreloj, el kirchnerismo se apura a reunir las voluntades que faltaban para contar con 37 legisladores en recinto, con el objetivo de aprobar el pliego de la jueza Ana María Figueroa, miembro de la Sala I de la Cámara de Casación cuyo voto es fundamental para determinar si se reabren o no las causas Hotesur y Memorando de Entendimiento con Irán.

Bajo la persecución de ese horizonte, esta mañana sesionó la Comisión de Minería, Energía y Combustibles, presidida por Rubén Uñac, hermano del gobernador sanjuanino, Sergio Uñac. En ese contexto se debatió el proyecto del oficialista Edgardo Kueider para aliviar la carga de la tarifa eléctrica sobre la población entrerriana.

El tratamiento de esa iniciativa era una de las condiciones que Kueider puso para dar quórum el pasado 12 de julio y también le había servido de excusa para que rompiera el bloque del Frente de Todos a principios de año. 

Junto al jujeño Guillermo Snopek, la puntana María Eugenia Catalfamo, la cordobesa Alejandra Vigo y el correntino Carlos "Camau" Espínola, fundaron entonces la bancada Unidad Federal, mientras que el oficialismo se partió en Frente Nacional y Popular, bajo la conducción de José Mayans, y Unidad Ciudadana, liderado por Juliana Di Tullio.

Entre los tres bloques, sumarían 36 senadores: 19 aportaría el formoseño, con él mismo incluido, y 12 la senadora bonaerense, con ella en la lista también. Los cuatro peronistas disidentes y Snopek constituirían el quinteto que pondría a la titular del Senado, Cristina Kirchner, a las puertas de la apertura de la sesión.

Hasta donde supo este medio, uno de los senadores que tiene la llave para destrabar la situación es el gobernador electo por Río Negro, Alberto Weretilneck, que manifestó ante la consulta de este medio que no estaba al tanto de las negociaciones. "Tiene la llave", dijeron desde uno de los despachos cercanos al de la Vicepresidenta.