Blanqueo

Fortalezas y debilidades del blanqueo que diseñó Prat Gay

Spotorno y Tomasevich analizan los riesgos de los instrumentos que plantea la ley para blanquear.

 Laley de blanqueo de capitales ya tuvo media sanción en la Cámara de Diputados y elpresidente Macri aspira a que el Senado la convierta en ley el 29 de junio. El Gobiernodejó trascender que esperaba recibir un piso de u$s 20 mil millones, pero elpropio secretario de Finanzas, Luis Caputo, confirmó a LPO que es “imposible”hacer un calculo real de cual será el resultado.

Entodo caso, más interesante es analizar si los incentivos para blanquear tienenel atractivo suficiante como para convencer a la gente que expatrió susahorros, teniendo en cuenta el sesgo confiscatorio que suele primar en elEstado argentino más allá de quien gobierne.

Elproyecto aprobado por Diputados establece que aquellos que blanqueen tenenciasmuebles o inmuebles en el exterior o en el país, cuyo valor hasta el 31 dediciembre de 2015 no haya superado los $305 mil, el impuesto será del 0%;mientras que si la cotización se ubica entre los $305 mil y los $800 mil, serádel 5%; y en el caso de superar los $800 mil, será del 10% si los exteriorizaantes de 31 de diciembre de 2016 y del 15% si lo hace entre el 1° de enero y el31 de marzo de 2017.

Somos muy optimistas porque Chile, que tiene una economía cuatro veces más chica que la Argentina, hizo un blanqueo hace unos meses y juntó 20 mil millones de dólares. Calculamos que acá serán unos 50 mil millones, afirmó Tomasevich.

“Elproyecto de ley prevé la posibilidad de blanquear bienes sin repatriarlos, loque a diferencia del blanqueo anterior permite declarar departamentos,sociedades o empresas, y en ese sentido creo que va a ser más exitoso”, opinóel economista Fausto Spotorno de la consultora Ferreres y Asociados, al serconsultado por LPO.

Mientrasque, Federico Tomasevich, dueño de la financiera Puente, afirmó a LPO: “Somosmuy optimistas. El Gobierno se quedó corto cuando dijo 20.000 millones dedólares. Hace unos meses hubo un blanqueo en Chile, que es una economía 4 vecesmás chica que la argentina y se exteriorizaron 20.000 millones de dólares. Paramí que va a estar más cerca de los 50.000 millones”.

Elincentivo clave para Tomasevich radica en que “en un futuro no muy lejano, va aser imposible disponer de bienes que no estén en blanco”.

Esteentusiasmo fue matizado por Spotorno, quien advirtió que “el blanqueo esatractivo si por algún motivo querés meter plata en la Argentina, pero hay querecordar que Argentina no es benévola con el que declara. Por el contrario, elfisco siempre se ha comportado como un matón. Elige considerar a todos losautónomos como evasores y castiga a los que están en blanco. No modificó lasescalas de Ganancias, solo movió el piso para la cuarta categoría, tampococorrigió el monotributo ni autónomos. Ahora no van a quitar Bienes Personales.La experiencia histórica en Argentina te enseña que si tenés todo en blanco, eneste país salís perdiendo”.

Federico Tomasevich de Puente.

Spotornoagregó que el blanqueo podría incluso sólo atrapar peces chicos. “El que tienemucho dinero, digamos diez millones de dólares, puede girar la plata a SouthDakota y formar una sociedad; mientras que el que tiene cien mil dólares nopuede asumir los costos fijos de esa transacción y los abogados, le convieneblanquear. Digamos que cuanto más cash tenés, mejor estructura fiscal podésarmar. En el Gobierno tienen plata en Panamá, que no es ilegal porque tienenestructuras fiscales más sofisticadas”.

Lamención al estado norteamericano no es casual. El año que viene entrará enfunciones un acuerdo de intercambio de información fiscal global –uno de losmotivos que esgrimió Tomasevich para apostar al éxito, pero como suele hacercon estos convenios multilaterales, Estados Unidos se negó a suscribirlo-.

Unblanqueo caro

Otroproblema que ven los analistas es el pago del 10 por ciento de lo declarado queexige la ley. “Lo que en la teoría suena muy lindo en la práctica tiene muchas dificultades.A lo mejor en el ‘82 tu abuelo se compró un departamento en Mar del Plata y enese entonces no existía el impuesto a los Bienes Personales y en un principioni siquiera todo era declarable. Hoy es jubilado y el dos ambientescotiza cien mil dólares. El nono no tiene 10.000 dólares, o $130.000, para blanquearel departamento ni va a venderlo para pagar el impuesto. La ley no se planteael problema de flujos de los contribuyentes para poder afrontar el impuesto”, advirtióSpotorno.

Dehecho, el economista consideró que la persistencia del impuesto a los Bienes Personales–en el proyecto original se lo derogaba- a raíz de la modificación introducidapor el Frente Renovador, puede limitar el éxito del blanqueo. (El massismonegoció que este impuesto no se quitara como proponía el proyecto original acambio de la exención de Ganancias en el medio aguinaldo).

Spotorno advirtió que la exigencia del pago del 10 por ciento de lo declarado, puede complicar en casos de gente que, por ejemplo, sólo tenga una propiedad y no tenga los fondos para pagar la tasa.

Tomasevichdiscrepa. “Siempre va a haber casos con impedimentos particulares, pero muchosvan a vender sus tenencias para pagar el impuesto, porque o lo venden y loblanquean ahora o después no van a poder venderlo”, opinó.

Elartículo 41 en el inciso e), señala que se “podrá optar por abonar el impuestoespecial mediante la entrega de títulos BONAR 17 y/o GLOBAL 17, expresados avalor nominal, a una alícuota de diez por ciento (10%)”. El Bonar 17 (AA17)cotiza a $14,43 y tiene una renta anual del 7% en dólares con vencimiento en el17 de abril de 2017. Mientras que el Global 17 (GJ17) cotiza a $14,60, tieneuna renta anual del 8,75% en dólares y vence el 2 de junio de 2017. De estaforma, el Estado mejoraría su perfil de vencimientos para el año próximo.

Blanqueara costo cero

Paraevitar pagar el impuesto del 10 por ciento de los bienes exteriorizados, la leypropone opciones. El art 42 fija tres opciones. Un bono en dólares a 3 añosintransferible, no negociable, sin intereses, a adquirirse hasta el 30 deseptiembre de 2016, con la garantía de que será el mismo gobierno de Macriquien deberá reintegrar los dólares a sus dueños.

O,un bono en dólares a 7 años con 1% de interés, pero intransferible y no negociabledurante los primeros cuatro años. La ventaja de este bono es que “laadquisición en forma originaria del presente bono exceptuará del impuestoespecial un monto equivalente a tres (3) veces el monto suscripto”, peroasumiendo que los fondos quedarán inmovilizados en ese instrumento durante unplazo que superará al gobierno de Macri y el de la siguiente gestión.

Detodas maneras, la ley es muy laxa en su redacción y deja buena parte de laletra chica a la definición posterior de la Secretaría de Finanzas que dirigeCaputo.

“Estimamosque el 10% de lo que se exteriorice, va a repatriarse en los distintosproductos que proponga la ley”, adelantó Tomasevich. Según sus números, seríanunos 5.000 millones de dólares. Para cuantificarlo, es el mismo número que unpool de bancos extranjeros le presentó al Banco Central a principio de año paradarle espaldas frente a la salida del cepo.

“Esverdad que muchos tienen los capitales en forma de inversiones o bienes; perola mayoría son capitales líquidos. Hace unos años, un banco de inversiónestadounidense hizo una encuesta de la nacionalidad de los depósitos y habíamuchos más depósitos de argentinos en dólares de lo que se estimaba hasta eseentonces. Como son capitales no declarados es imposible saber ni cuánto es nien qué forma está, pero en base a eso estimo que la mayor parte son capitaleslíquidos”, aventuró Spotorno.

Bonos o Fondos

Latercera opción de blanqueo a costo cero permite apostar a la economía realmediante la suscripción de cuotapartes a fondos de inversión que se construiránde acuerdo a las leyes de Mercado de Capitales, de Entidades Financieras y deFondos Comunes de Inversión, sin más detalles.

Loúnico concreto que fija el proyecto para este instrumento es que los fondosdeben aplicarse a proyectos “vinculados con la economía real”, conforme a lareglamentación que oportunamente dicte la Comisión Nacional de Valores.

Losfondos invertidos en esta opción no podrán ser retirados antes de los 5 años,por lo que es una opción que en principio parece más riesgosa que la inversiónen bonos del Tesoro.

Spotornofue bastante optimista respecto a esta opción. “Creo que sí va a tener alcance y va asustituir un poco al famoso inciso K que obligaba a las aseguradoras a invertirparte de sus fondos en la industria real. No sé si será rentable, pero al menoses una opción viable. Lo que sucede es que tiene un riesgo mayor, tanto por elplazo, como porque al momento de querer salir del fondo no haya liquidez como sucederíasi los proyectos en los que se invierte no funcionan”, agregó el economista ydestacó que a los cinco años, los proyectos deberán emitir bonos para liberarlos pesos atrapados por el blanqueo.

Respectode esta última opción, Tomasevich especificó que “la normativa actual tieneerrores, no está preparada para que haya fondos cerrados, que son los queinvierten en economía real, porque al estar alcanzados por Ganancias, no soncompetitivos fiscalmente. Los fondos abiertos, que son los que invierten enacciones y bonos en el mercado de capitales, están exentos de Ganancias. Poreso no hay ni uno solo en el país”, subrayó.

Eldirector de Puente explicó que por esto “ya hay un proyecto de ley paracorregir la normativa de los fondos cerrados” y aventuró que “tan pronto estécorregida la Ley de Fondos de Inversión y tengamos en la mano el textodefinitivo de la Ley de Blanqueo, en Puente no vamos a demorarnos en sacar unfondo de Real Estate, uno de Infraestructuras, uno de Energías Renovables yotro de Private Equity”.

Desdeel Banco Ciudad coincidieron en opinión y estrategia. “Cuando la ley sesancione, tendremos una rápida evaluación del tema de los fondos de inversión.Aun es imposible adelantar los instrumentos que desarrollaremos. Con la ley enmano, seremos muy ágiles en implementar las opciones que consideremos máspertinentes”.

Tomsevichde todos modos pronosticó que el grueso de los capitales repatriados preferiránposicionarse en bonos “porque son más líquidos, menos riesgosos y tienen mayorcertidumbre”.

“Enel mundo hay mucho interés por ingresar a invertir en el país porque es elúnico con buenas noticias en la región. Hay perspectivas macroeconómicas de queel país pase de ser uno de frontera a uno emergente, que la deuda pase a tenercalificación A+, que la inflación y la tasa de interés bajen y despeguen lasinversiones”, agregó Tomasevich y comentó que en la reciente cumbre del WorldEconomic Forum en Medellín, los funcionarios argentinos eran los más buscados.