Sindicalismo

Macri quiere preso al "Caballo" Suárez para disciplinar a los gremios

Ordenó al jefe de la ex Side, Gustavo Arribas, que presione al juez Canicoba Corral para que lo detenga.

El presidente Mauricio Macri quiere dar un golpe ejemplificador en medio de la pulseada por la ley antidespidos. Poco habituado a lidiar con el complejo juego de acuerdo y presión que despliega el sindicalismo peronista a nivel nacional, Macri quiere disciplinarlos con una demostración de fuerza.

En medio de la pulseada estalló semanas atrás y pidió directamente la cabeza de Hugo Moyano, pero una rápida gestión del vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, evitó que los trenes chocaran de frente. Lo sentó a Moyano con Marcos Peña en un desayuno que empezó tenso y terminó bien. Se acordó entonces que Moyano anunciaría el retiro de su postulación para presidir una futura CGT unificada.

Pero fue toda la concesión que obtuvo. Ofuscado entonces por el avance de la ley antidespidos, pidió que de una buena vez metan preso al líder de los marineros (SOMU), Omar “Caballo” Suárez, según confirmaron a LPO tres fuentes al tanto de las decisiones. Suárez tiene el gremio intervenido por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral.

Fue la primera misión que encomendó a la diputada macrista Gladys González, una ultra del PRO, cuando la designó su interventora personal en el SOMU. La acompañan en la tarea Jorge Alonso del Ministerio de Trabajo y Santiago Viola por el juzgado.

Gladys González dio vuelta el sindicato, pero llegó tarde. Hasta ahora lo único que pudo encontrar fue que se le había prestado un auto de la organización al diputado Carlos Kunkel. Poco para meter preso al Caballo.

Macri ya había revelado en público su obsesión por este tema cuando en el festejo por el Día del Trabajador, en el gremio de los gastronomicos, habló de "un conjunto de vivos que se creen los dueños del puerto" y sin mencionarlo advirtió duramente a Suárez, aunque también a sus colegas:  "Si este señor abusa de su rol y los transforma en un poder mafioso termina perjudicándonos a todos".

Omar "Caballo" Suárez

Arribas en operaciones

LPO ya había revelado que Macri corrió a Daniel “El Tano” Angelici de la operación sobre los tribunales de Comodoro Py para ubicar al frente de esa faena al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia, su amigo Gustavo “Negro” Arribas. Hasta ahora, la tarea del “Señor 5” ha sido un rotundo fracaso.

Macri le pidió hace una semana a Arribas que le explique a Canicoba Corral que o metía preso a Suárez o podría enfrentar un Jury en el Consejo de la Magistratura, agregaron las fuentes. El representante de futbolistas prefirió delegar la tarea y el resultado, otra vez, tuvo gusto a poco.

Canicoba luego de recibir al enviado de la ex SIDE, reinstauró el secreto de sumario en la causa que instruye contra el “Caballo” y ordenó nuevos allanamientos. Como era previsible se encontró poco y nada.

Como la causa por administración fraudulenta y extorsión a los barcos no es todo lo sólida que debería ser para justificar la detención, ahora el Gobierno pretende que le imponga a Suárez la figura de asociación ilícita, paraguas amplio al que se suele recurrir cuando se quiere detener a alguien.

Arribas cuenta en su difícil tarea con un aliado de peso: el ministro de Energía, Juan José Aranguren. Como presidente de Shell argentina, fue uno de los principales perjudicados por la maquinaria de recaudación que inventaron Suárez, Néstor Kirchner y Julio de Vido.

Lograron sancionar un régimen que obligaba a los barcos extranjeros que arribaban al puerto a contratar marineros argentinos. Los fondos recaudados se derivaban luego a una fundación de ayuda a los marineros en sus épocas de no empleo, que presidía el propio Caballo.

Como se sabe, la actividad de los trabajadores marítimos es muy inestable, combinan viajes de meses con períodos similares de inactividad.