Macri anunció que le pedirá a la Justicia que dictamine si debió declarar la offshore
Mauricio Macri anunció que mañana se presentará ante la justicia civil para pedir una "declaración de certeza" en el marco de su vinculación con sociedades off shore para que "un juez verifique que lo que he dicho es verdad".
Llamativamente, el presidente se presentará en la Justicia civil, pese a que la Justicia Penal ya le dio curso a una denuncia realizada por el diputado kirchnerista Norman Darío Martínez, por la que el fiscal federal Federico Delgado imputó al primer mandatario.
"Estoy muy tranquilo, he cumplido con la ley, he informado la verdad, no tengo nada que ocultar", insistió Macri durante un acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde también resaltó que "como director no recibí retribución", en alusión a la sociedad radicada en las Bahamas que supuestamente conformó su padre Franco y lo puso como director sin avisarle.
En ese contexto, dijo que mañana presentará toda la información ante la Justicia para probar que "no ha habido omisión maliciosa en mi declaración (jurada patrimonial) de 2007". A su vez, adelantó que impulsará un "fideicomiso ciego", una medida que consiste en "destinar" la administración de sus bienes a "un conjunto de personas independientes" durante el tiempo que "dure" su "tarea pública".
Macri hizo estas declaraciones en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, al anunciar esta tarde el envío al Congreso nacional del proyecto de ley de acceso a la información "que busca traer transparencia, participación", pero paradójicamente se retiró sin dejar lugar a las preguntas de la prensa, comportamiento esquivo que mantiene desde que se disparó el escándalo de Panamá Papers, durante el fin de semana.
En medio de su discurso, mezclado entre la defensa de su participación en la offshore de su padre y del anuncio del envío de la ley, el presidente incluso le habló directamente a la cámara, tuteando al espectador, lo que terminó de darle un aire extravagante a toda la escena.
Los ministros de Justicia, Germán Garavano y de Interior, Rogelio Frigerio, quedaron entonces a cargo de la tarea de dar largas explicaciones sobre la conducta del Presidente.