Sindicalismo

Impactante reunión de toda la oposición y el sindicalismo en el reclamo por despidos y Ganancias

Las cinco centrales se reunieron con los jefes de bloque. "Si salimos a la calle, no sabemos cuando volvemos", amenazó Barrionuevo.

Mientras recibía a Elisa Carrió en la Cámara de Diputados, Mauricio Macri recibió un duro golpe en la Cámara de Diputados: los líderes de las centrales gremiales se reunieron con los referentes de todos los bloques opositores y los comprometieron a avanzar con su agenda de reclamos.

Los principales son leyes para frenar los despidos y reducir el impacto del impuesto a las Ganancias en los trabajadores, universalizar las asignaciones familiares e implementar el 82% móvil en las jubilaciones.

No puedo creer que no haya nadie de Cambiemos, no entienden nada de política. Sepan que si salimos a la calle con los trabjadores no sabemos cuando volvemos, amenazó Barrionuevo.

“No puedo creer que no haya nadie de Cambiemos. No entienden nada de política. Sepan que si salimos con los trabajadores a la calle, no sabemos cuando volvemos”, advirtió Luis Barrionuevo.

La reunión fue en el Salón Delia Parodi y realmente no faltó nadie, a excepción del Gobierno. Por primera vez estuvieron juntos y en fila los jefes de las 5 centrales obreras identificadas hasta diciembre: Barrionuevo (Azul y Blanca) Antonio Caló (CGT Balcarce), Hugo Moyano (CGT Azopardo) y los CTA Pablo Michelli y Hugo Yasky.

No llegaron solos sino con los principales referentes gremiales como Antonio Cavallieri (Comercio), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Carlos Acuña (Estaciones de servicio), Omar Maturano (maquinistas), Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento), Roberto Baradel (docentes bonaerenses) y Sergio Palazzo (Bancarios), entre otros.

Barrionuevo, Moyano y Caló en el Congreso.

Quizá la única ausencia para celebrar en la Casa Rosada fue la del colectivero Roberto Fernández, quien fuera clave para que se sintieran los paros generales en la última parte del Gobierno de Cristina Kirchner.

Si deambuló por la sala el ruralista Gernónimo Venegas, el sindicalista que más apoyó a Macri en la campaña pero aún así participa de las reuniones críticas al Gobierno. Marcos Peña lo recibió ayer pero no logró conmoverlo.

La oposición se presentó completa 50 diputados del Frente Renovador (Sergio Massa, Mauro Lavagna, Juan Moyano, Horacio De Mendiguren y el sindicalista Héctor Daer), el Frente para la Victoria (el jefe de la bancada Héctor Recalde, el metalúrgico Abel Fourlán, Carlos Kunkel, Marcos Cleri y Leonardo Grosso), el bloque justicialista (Diego Bossio, Oscar Romero de Smata y el petrolero Oscar Roberti), el progresismo (Margarita Stolbizer, Hermes Binner y Victoria Donda) y la izquierda, con Néstor Pitrola.

Stolbizer tuvo la tarea de coordinar la reunión y distribuir la palabra. “Espero que sea jueza de la Corte Suprema”, la elogió Barrionuevo, como siempre el más vehemente.

Le exigió a Macri combatir “al empresariado voraz” al que se “le dan ventajas”. Cuestionó las medidas que afectan al consumo y complican a los gastronómicos que él defiende.

Y como muestra de que la unidad no tiene límites le tiró un centro a Pitrola: “Nos entregó un montón de proyectos y los vamos a apoyar”, sorprendió.

Bossio, Facundo Moyano, Stolbizer, Massa, Binner y Daer.

El otro nexo sindical con el Gobierno es Moyano, quien se sorprendió al no ver a ningún diputado de Cambiemos y habló más despidos que de ganancias, un cambio de prioridades que explicó LPO. “Los despidos se están acentuando y preocupa mucho al movimiento obrero”.

Caló tomó el guante: “Lo más importante son los puestos de trabajo”, planteó. Los despidos también unieron a la CTA. Michelli los calificó como brutales y Yasky recordó que también afectan a los que sostienen el empleo. “Ya los vivimos en los 90, cuando no había paritarias”.

Yasky exigió una reforma tributaria que no sólo incluya cambios en Ganancias, un reclamo que levantó Maturano. “Los ferroviarios tenemos que hacer horas extras y no cobrarlas”, se quejó.

Lo apoyó Schmidt, quien suena fuerte como jefe de la CGT en agosto, cuando habrá lista única. “¡Llegaron a decir que éramos la aristocracia obrera!”, recordó. “Que se den cuenta que hacemos todo esto para no parar”, le habló al Gobierno.

Recalde no habló y se fue antes de que empezara el turno de los diputados. El resto de los bloques dejó claro que avalará la agenda sindical.  

Massa se adueñó de la escena y anticipó que le le exigirá "al presidente de la Cámara y al gobierno nacional la discusión de estos temas que consideramos ejes centrales para la vida de los trabajadores”. Los diputados presentes garantizaban quórum de sobra.