Congreso

Rodríguez Saá no quiere votar el decreto del Enacom y lo complica a Macri

El puntano se resiste a convalidar la estrategia de Marcos Peña con grandes medios y telefónicas.

Adolfo Rodríguez Saa no quiere votar el decreto de necesidad y urgencia de Mauricio Macri que creó el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y fulminó la Ley de Medios, lo que le genera al Gobierno el riesgo de una derrota en el Congreso y la complicación de la relación con el Grupo Clarín.

El senador puntano es uno de los dos integrantes de la comisión de DNU al que el macrismo (con 6 miembros) necesita si o si para lograr paridad con el kirchnerismo (que tiene 8). El otro es el massista Raúl Pérez, y como explicó LPO en el Frente Renovador también hay resistencias a votar el decreto de creación del Enacom.

La inquina de Rodríguez Saá con Clarín es tan grande que levantó de la Bicameral a Negre de Alonso y se puso él y para completarla designó como negociador por este tema a Hugo Franco, un peso pesado.

Rodríguez Saá no lo quiere votar por una vieja enemistad con el Grupo Clarín. El Adolfo acusa al multimedio de haber sido parte de la conspiración que terminó con su Presidencia, puesto que como muchas otras grandes firmas endeudadas en el exterior le exigían la pesificación asimétrica de las deudas, para no perder sus activos en manos de los bancos.

Sin embargo, Clarín siempre argumentó que ellos fueron los menos beneficiados porque tenían deuda en el exterior y que en todo caso los mayores ganadores fueron La Nación y Perfil fuertemente endeudados en el país. Incluso, sostienen que la devaluación duhaldista les multiplicó su deuda por cuatro.

Ninguno de estos argumentos hace mella en el puntano que sabe que la venganza es un plato que se sirve frío y así como el 30 de diciembre de 2001 habló de "los lobos o los lobbys que andan sueltos", ahora repite entre los suyos que es "el indio que espera al lobo para vengarse". Una estocada contra el decreto podría ser un buen golpe.

La inquina del puntano es tan grande que levantó de la bicameral a su senadora Liliana Negre de Alonso y se puso en su lugar. Y en las negociaciones con el gobierno de Macri por este tema designó al sinuoso ex diputado y ex funcionario menemista Hugo Franco. Un peso pesado.

Naidenoff, Cleri y Rodríguez Saá en la bicameral que analiza los DNU.

El problema para Macri no es tanto en la bicameral de DNU (limitada a emitir dictámenes sobre la validez) sino lo que puede pasar después en los recintos, ya que sólo si ambas Cámaras lo rechazan puede ser declarado nulo.

Riesgos

El riesgo, como detalló este medio, es que la negativa del Adolfo y Massa se traslade al recinto de Diputados y se una al obvio rechazo del kirchnerismo al DNU. Sin los votos del Frente Renovador y el Peronismo Federal (más los de la izquierda y centro izquierda), el interbloque de Cambiemos corre serios de perder la votación en la Cámara baja.

Así las cosas, el destino del DNU 267/15 quedaría en el Senado donde el FPV-PJ tiene una cómoda mayoría y el Peronismo Federal de Adolfo también tiene un bloque considerable. 

De todos modos, la situación podría cambiar de aquí a la semana próxima. En el Gobierno están buscando tender puentes con Massa y Rodríguez Saá, aunque por ahora el rechazo se mantiene. En el Frente Renovador objetan sobre todo que el Presidente del Enacom tenga facultad para remover a los directores designados por la oposición, lo que consideran un disparate jurídico y que volvería ilustrativa las figuras opositoras. Este reparo es compartido incluso por los grandes medios que hablan de un error en el decreto de "Pepín" Rodríguez Simón, el autor intelectual de la norma.

Massa no estaría en desacuerdo con el núcleo del decreto, es decir la creación del Enacom para fusionar Afsca y Aftic. El problema es que a diferencia de los proyectos de ley, el Congreso no tiene facultades para modificar los decretos de necesidad y urgencia. Si se aprueba, se aprueba como está.

De caerse el DNU, a Macri se le podría complicar la relación con Clarín y las telefónicas, a los que no les interesa tanto la creación del Enacom en sí mismo sino que el DNU también deja sin efecto todas las disposiciones de la Ley de Medios, como por ejemplo el artículo 45 que establecía el tope a la cantidad de licencias audiovisuales y que obligaba al multimedio a desinvertir, así como le abre la puerta a las telefónicas para dar el triple play, su gran objetivo.