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Horas críticas: La suerte del programa económico de Prat Gay se define en Nueva York

El gradualismo del Gobierno sólo cierra con financiamiento externo. Hablan de un piso de u$s 10 mil millones por año.

Elgradualismo del Gobierno sólo cierra con financiamiento externo. Hablan de unpiso de u$s 10 mil millones por año. En el equipoeconómico hay gran expectativa sobre una solución al problema de los holdouts,ya sea mediante una cuerdo voluntario o una combinación de un entendimiento conparte del los acreedores y una decisión del juez Thomas Griesa que imponga unasolución apelando a criterios de “equidad” a los fondos renuentes o quedirectamente levante el injuction que impide a la Argentina emitir deuda en losmercados voluntarios.

Se trata de una pieza clave para reencarrilar un programaeconómico que empieza a hacer agua por distintos costados: La inflación seaceleró y esto obligó a dejar a medio camino el ajuste del tremendo déficitheredado. No es un secreto que por ahora la quita de subsidios al gas y altransporte quedaron en el frezzer, lo mismo que la revisión del régimen quebeneficia a Tierra del Fuego y consume unos u$s 4.000 millones por año.

Por ahora, el gobierno está pagando costos por todos lados,tiene más inflación que golpea el poder adquisitivo, pero como está pisando elgasto hay un impacto en la actividad y el empleo. La idea del equipo de Pratgay que se amoldó al gradualismo que les impusieron Jaime Durán Barba y MarcosPeña, es financiar el estiramiento del ajuste en el tiempo con deuda externapara poder combatir al mismo tiempo la inflación, vía recorte de emisión.

Economistas consultados por LPO estiman que para serconsistentes con las metas de ajuste del déficit y metas de inflación queanunció Prat Gay es necesario un piso de deuda externa de u$s 10 mil millonespor año –sin contar una cifra similar que demandará el pago a los holdouts-.Este cálculo es muy conservador y economistas como José Luis Espert calculanque la necesidad de financiamiento externo para gastos corrientes y pago deduda podría escalar a u$s 28.000 millones por año, si el Gobierno cumple supromesa de limitar el financiamiento vía Anses y emisión.

Operadores de Wall Street consultados por este medio creen queen las condiciones actuales de los mercados internacionales y con losantecedentes recientes de la Argentina –arrastra dos default en menos de 15años- será difícil acceder a esos montos. Esto es claro si se resuelve el problemacon los holdouts, como se cree en los mercados que terminará ocurriendo.

Hasta ahora las señales del mediador Daniel Pollack sonalentadoras y hoy reveló que un nuevo grupo de creedores individuales llegó aun principio de acuerdo con la Argentina. Sin embargo, hay que reconocer que esmuchísimo más –en términos de plata- lo que sigue sin acordar que lo queacordó.

Es clave esperar la respuesta que presentará el abogado de PaulSinger, al reclamo argentino para que expliquen porque Griesa no debería levantarel injuction que bloque las colocaciones de deuda de Argentina. Singer, quelidera la posición más dura de los fondos buitre, tiene como abogado a RobertoCohen, que hasta ahora se ha caracterizado por la solidez de sus escritos.

Se trata del asunto más delicado que tiene por delante el gobierno quedepende de una solución a este conflicto para darle aire a su problematizadoprograma económico. Si algún “accidente” complicara una solución que segúndistintos analistas es muy probable, como dijo la abogada Anna Gelper -quesigue el juicio- en su blog, las consecuencias para el equipo de Prat Gay sonimprevisibles, pero sin dudas de extrema gravedad.