Santa Fe

El escándalo de los prófugos generó los primeros chispazos entre Lifschitz y Macri

La policía local fue informada tarde que los prófugos estaban en jurisdicción santafesina.

Con el correr de las horas, los operativos de rastrillaje sin resultados positivos amenazan con convertirse en otro grotesco episodio de la escandalosa fuga de los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci del penal de General Alvear.

Sin respetar los principales protocolos y procedimientos técnicos necesarios para dar con los fugados, según rezan los manuales de criminalística, tal como informó Lapolítica Online y donde recién hoy llegaron perros y caballos, requisitos indispensables para un rastrillaje efectivo en este tipo de terrenos, jugaron a favor de los convictos.

A su vez, el desgaste del paso del tiempo, más de 24 horas sin novedades, hizo entrar en crisis al operativo conjunto entre fuerzas federales y la policía local en medio de fuertes tensiones e informaciones encontradas.

Ahora, la policía de Santa Fe recibió órdenes de abandonar la zona de rastrillaje y centrarse en el patrullaje e inspección de vehículos que transitan las rutas y autopistas de la zona y despegarse del posible fracaso en que amenaza convertirse la nueva jornada de incertidumbre.

En el Ministerio de Seguridad provincial el hermetismo es total, sin embargo, una importante fuente del gobierno de Miguel Lifschitz reconoció a LPO que la policía provincial se enteró mal y tarde que los prófugos estaban en Santa Fe, luego que los evadidos ya habían baleado a dos gendarmes.

“Nos enteramos cerca del mediodía cuando la primera redada había fracasado, se había herido a dos integrante de Gendarmería y habían huido con un vehículo federal mientras que nosotros podríamos haber asesorado con personal del lugar como actuar y evitar esta situación” explicó en off la fuente consultada a este medio.

Desde Gendarmería reconocieron que no habían compartido la información con la policía local “porque no confiaban”. Sin embargo, una foto publicada por el periodista Alberto Delgado, especialista en policiales, donde se observan dos utilitarios Berlingo color blanco idénticas con patentes parecidas y con impactos de balas similares alimentaron sospechas de connivencia entre los fugados con elementos de las fuerzas:

“Podríamos pensar en verdad que los que no garantizan la fiabilidad de las pruebas y del operativo son las fuerzas federales” dispararon desde el gobierno socialista en relación a la foto aludida.

A su vez, desde el gobierno provincial criticaron la ausencia de funcionarios del Ministerio de Seguridad nacional al frente de los operativos delegando la responsabilidad sobre las estrategias a las autoridades de las fuerzas sin contar con conducción política.

De hecho, durante todo el dia de ayer, la ministra Patricia Bullrich amagó con acercarse a la zona de operaciones sin llegar a concretarse el viaje esperando que haya resultados concretos.

Por otro lado, según trabajos de inteligencias previos realizado por Gendarmería que confirmaron la presencia de los tres prófugos en el centro de la provincia santafesina habían concluído que antes del arribo a la zona de San Carlos pasaron por la cercana ciudad de Coronda donde se habrían contactado con el hermano de “Delfín” Zacarías, el narco capturado por Sergio Berni al cual consideró el fabricante más grande de drogas del país.

Su hermano corondino, trabajaba en Ceremonial y Protocolo de Nación en la época de Néstor Kirchner mientras que otro familiar lo hacía en el SEDRONAR y tenía acceso y decidía sobre la importación de precursores químicos necesarios para la confección de drogas como la efedrina.