Triple Crimen

Macri molesto con Bullrich y Burzaco porque nacionalizaron la crisis de la fuga

La orden era acotar el impacto a Vidal. Hay bronca porque desde Provincia se alimentó demasiado el caso.

Mauricio Macri está furioso con el escándalo por la fuga de los autores del triple crimen de General Rodríguez, que hace diez días se escaparon y no hay ninguna pista seria sobre su paradero. El Presidente está furioso con los funcionarios bonaerenses por los traspiés en el operativo de búsqueda, pero también con los funcionarios de su gabinete a quienes les reprocha la “nacionalización” del conflicto.

Es este el caso de Patricia Bullrich y Eugenio Burzaco. La ministra de Seguridad y su segundo se sacaron una foto con María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo como parte de un presunto "comité de crisis", y no hicieron otra cosa que enfurecer a Macri. "Con esa foto ustedes nacionalizaron la fuga", le dijo furioso Macri a Bullrich.

Se rompió así la estrategia trazada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que hasta ahí había buscado acotar el papelón a la provincia de Buenos Aires. Más precisamente, a Vidal.

Pero la aparición de los funcionarios nacionales al frente de la búsqueda los implicó de lleno en el problema, entendieron en la Casa Rosada, y Macri tuvo que hacer algunos gestos como disponer la intervención de fuerzas federales en la búsqueda y compartir un acto con la gobernadora. Pero igualmente tampoco allí el Presidente se la jugó y apenas hizo un comentario sobre el narcotráfico que rozó el tema de los fugados.

La foto que molestó a Macri

Ayer, Macri se reunió con Bullrich y Burzaco y les dio un mensaje claro y contundente. “Ayuden a Vidal pero no se expongan”, les pidió. Es decir, vuelvan a dejar el tema acotado a las autoridades bonaerenses.

Enojo con Ritondo

Esto no quiere decir que esté conforme con los funcionarios bonaerenses, al contrario. En el gabinete nacional hay críticas a Ritondo por el manejo mediático de la crisis, porque entienden que debió haberle bajado el tono el tema y no levantarlo cada día un poco más. El punto culmine fue el 31 de diciembre, cuando el ministro anunció que tenían “cercados” a los delincuentes y desató una locura mediática, con coberturas minuto a minuto al estilo de las persecuciones en las cadenas estadounidenses o -más reciente- los operativos en Francia para dar con los terroristas. Si se buscó dar una imagen de eficiencia, el resultado fue el opuesto.

Asimismo, en el equipo de comunicación nacional cuestionan que se haya alimentado la cobertura mediática con la filtración de los videos, primero de los penales y luego del tiroteo a policías -así como otros datos de la investigación-, lo que alimentó a los medios y dinamitó cualquier intento de bajarle la espuma al tema. Es por eso que Peña intervino la comunicación de la crisis. Un efecto es que los funcionarios ahora bajaron notablemente el perfil y casi ya no se refieren a la fuga.

En los gabinetes de Nación y Provincia ya reconocen que no tienen ningún dato, ninguna pista real sobre el destino de los prófugos.

Un experto en comunicación explicó a LPO que en estos casos lo que se recomienda es no alimentar los casos con informaciones sino pisar todo dato, al menos hasta conseguir algo concreto para mostrar. Es por eso que en la Rosada entienden que aunque el problema de la fuga es grave, el manejo mediático fue peor.

En un intento brusco por tratar de retroceder, en el gobierno intentaron en las últimas horas trasmitir la idea de que posiblemente el caso no tenga una resolución inmediata y hasta que es posible que no sean atrapados. "No estamos pensando que el mundo cambia si detenemos a estos tres delincuentes", intentó minimizar Bullrich.

Esto va en línea con otra información que empiezan a admitir en la Provincia y en Nación, y es que en lo concreto no tienen ningún dato, ninguna pista certera para continuar la investigación. En las últimas horas se instaló que los Lanata y Schilacci habrían dejado el país con ayuda de grupos narcos, aunque tampoco hay prueba alguna que parezca avalar esa hipótesis.