Elecciones 2015

Alarmado porque pierden todo, Larroque se puso la gorra de Scioli

El Cuervo había dicho que se prendería fuego si el ex motonauta era presidente. Pero La Cámpora ahora lo necesita.

“Si Scioli es presidente me prendo fuego en la Plaza de Mayo”, dijo Andrés “Cuervo” Larroque ante diez personas a mediados de 2013, cuando en el kirchnerismo todavía creían que Cristina Kirchner podía imponer otro candidato para la sucesión.

Los tiempos cambiaron para el titular de La Cámpora, la organización creada por Máximo Kirchner que sufrió como pocos la elección del 25 de octubre y en especial la derrota de Aníbal Fernández en la provincia de Buenos Aires.  

Es que como adelantó LPO, aunque logró meter a varios diputados, algunos intendentes y se quedó con la gobernación de Santa Cruz, La Cámpora perdió su mayor apuesta en la elección del domingo con el triunfo de María Eugenia Vidal.

El jefe de Gabinete habría prometido a “la orga” unos 30 mil lugares en la planta de empleados del gobierno bonaerense, además de puestos claves en el gabinete y organismos provinciales.

Tras la derrota de Aníbal, La Cámpora depende de la suerte de Scioli ya que actualmente tiene copada gran parte de la administración nacional, organismos judiciales, Aerolíneas Argentinas y organismos como Anses, Pami y el Inadi, que a partir de la creación de delegaciones le permiten tener presencia territorial en todo el país.

Por el temor que tiene La Cámpora a perder toda su estructura de cargos, Larroque, que hace un par de años se animaba incluso a desafiar a "La Jefa" en público, se puso la gorra naranja de Scioli presidente y dejó de lado sus promesas pirómanas.

Larroque no fue el único camporista que debió accionar el freno de mano. Juan Cabandié se hizo fotografiar repartiendo volantes de Scioli luego de haber cuestionado a Gustavo Marangoni, uno de los hombres de máxima confianza del gobernador.