La Plata

Bruera trae a Evo Morales para reforzar el voto extranjero

Llegará la próxima semana. Para el intendente el voto de los inmigrantes significa seis puntos.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, llegará a la capital provincial la próxima semana para mostrarse junto al candidato a la presidencia, Daniel Scioli, y el intendente Pablo Bruera que busca la reelección.

La idea de Bruera es acercarse a la numerosa comunidad boliviana asentada en el gran La Plata y que vota en octubre tanto en orden provincial como municipal. Y para eso nada mejor que mostrarse con su líder: el propio Evo.

Para el intendente -que busca su tercer mandato- la comunidad de inmigrantes que vota en La Plata son unas 35 mil personas que representan más de seis puntos electorales, un porcentaje nada despreciable para una elección polarizada con Cambiemos.

En la primaria de agosto, gran parte de los votos extranjeros fueron para Bruera. Al punto que Florencia Saintout, su rival en la interna del Frente para la Victoria, llegó a afirmar que fue ese voto el que le permitió ganar la primaria.

El jefe de Estado boliviano también había llegado a la capital provincial para la campaña electoral de 2013. Aquella vez fue acompañado por el entonces candidato a diputado nacional, Martín Insaurralde, y la Facultad de Periodismo lo nombró Profesor Honorario. Antes esa misma casa de estudios le había otorgado el Premio Rodolfo Walsh a la trayectoria en 2009.

Para Scioli significará la posibilidad de mostrarse como una figura internacional. Ayer llevó a José C. Paz al brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva con quien inauguró una nueva Unidad de Pronta Atención (UPA).

En este marco, Scioli agradeció a la presidenta y al ex presidente Lula, por "todo lo que significa una Latinoamérica que avanza hacia las nuevas victoria, como es ésta, la victoria de la salud pública, a través de esta Unidad de Pronta Atención".

Más tarde llegará el turno del uruguayo Tabaré Vázquez. El bonaerense le dio un fuerte respaldo cuando este último estaba de campaña. Ahora le toca al oriental devolver favores. Las relaciones entre Tabaré y la Casa Rosada son sólo formales. Cristina no le perdonó haber tensado la relación con Néstor Kirchner por el conflicto de las pasteras y por estas horas en el sciolismo todavía no tienen agenda definida para esa visita.