Elecciones 2015

Guerra de intrigas entre Solá y Massa por la denuncia de fraude

El candidato a gobernador desconfía de Camaño y los intendentes y ya piensa en una fiscalización propia para octubre.

La denuncia de fraude de Felipe Solá enrareció el clima de la aceptable performance del Frente Renovador en las PASO. La tensión entre Sergio Massa y el ex gobernador no es baja, aunque es posible que no explote ni trascienda los muros extrapolíticos, pero sin duda acompañará el camino del massismo a octubre.

El ex gobernador confiesa a sus allegados más cercanos que desconfía de Graciela Camaño, de algunos intendentes y del propio tigrense por la falta de nada menos que 192 mil votos en las primarias.

El argumento que esbozan cerca de Solá para alimentar la idea de una conspiración es básico y hasta suena verosímil: Massa no podía sacar menos votos que su candidato a gobernador. 

El instrumento es sencillo para los experimentados punteros del Conurbano. Según la versión, habría sido un acuerdo junto a fiscales de otras fuerzas para que en las planillas de ciertas mesas Solá no saque los votos que obtenía en las urnas.

Es tan grande la desconfianza de Solá hacia el entorno de Massa y en especial hacia Camaño, que planea instrumentar su propia fiscalización.

“Encontré una enorme cantidad de telegramas donde la fórmula de gobernador tiene cero votos y otros donde tiene menos que la tendencia", graficó Solá al salir de los tribunales de Comodoro Py, tras plantear su denuncia ante el fiscal Jorge Di Lello.

Solá subrayó además que su caso fue el único en el que un candidato a gobernador bonaerense sufrió más de un 11 por ciento de corte en contra, cuando en el resto de las fuerzas se ubicó en torno al histórico 4 por ciento.

Es verdad que la enorme boleta bonaerense que lleva al gobernador en el centro, dificulta el corte del candidato a gobernador. Los cortes suelen ser por las puntas, presidente o intendente.

Tal es el desengaño de Solá, que ya piensa en armar su propia fiscalización para octubre, algo enormemente caro.

Algunas fuentes del massismo consultadas por LPO especulan que podría tratarse de una maniobra de Camaño por cuenta propia, tirando paredes con el peronismo tradicional o con el sector que jugaba para Aníbal Fernández. Al jefe de Gabinete claramente no le conviene tener a Solá de competidor.

Desde la salida de Darío Giustozzi, recibido en su momento por Julián Domínguez en el kirchnerismo, el bloque massista lo maneja virtualmente Camaño, quien mantuvo desplazado a Solá lo más que pudo. Pero el ascenso de Felipe como candidato a gobernador opacó la figura de la ex ministra duhaldista, que mantiene un fuerte ascendente sobre Massa.

Felipe Solá al ingresar a Comodoro Py para denunciar el supuesto fraude.

La reacción de la cúpula ante la denuncia fue ambigua. Si bien Massa salió a respaldar a su candidato públicamente, luego mandó a Joaquín de la Torre a soltarle la mano.

"Si Felipe puede acreditar lo que dice, tendrá mi apoyo. En San Miguel yo no vi el robo que dice y no comparto que se desprestigie a los fiscales", disparó el intendente, en uno de los tramos más conciliadores de sus declaraciones.

Como sea, la denuncia no parece tan disparatada como había adelantado Di Lello. El fiscal federal de competencia electoral, luego de encontrarse con Solá, suscribió un escrito que hoy salió dirigido al juez electoral bonaerense Laureano Durán para que analice "si resulta conveniente" abrir las urnas de las elecciones PASO y proceder al "recuento material de los votos".

El intendente de San Miguel ya le había mostrado los dientes a Solá por una nimiedad en twitter. Es que entre Solá y De la Torre, dos viejos conocidos que supieron tener buena relación, hay ahora una espina clavada en el cierre de listas.

Joaquín de la Torre está enojado con Felipe Solá, porque el diputado rechazó la propuesta de Massa que quería ponerlo como candidato a vicegobernador.

Hasta última hora del sábado 20 de junio, Massa ubicaba al intendente de San Miguel como vicegobernador, por eso Pablo de la Torre, hermano del intendente, había sido anotado para competir en el pago chico. Pero cuando finalmente lograron convencer a Solá de que fuera candidato, éste vetó a De la Torre y pidió por el bien considerado Daniel Arroyo.

“Si no va Daniel yo no pongo la cara, Sergio”, dijo Solá. Y así fue, el ex ministro de Desarrollo Social provincial se convirtió en candidato a vice.

Como sea, la denuncia dejó algo así como dos bandos dentro del massismo bonaerense. Los que respaldan a Solá y los que no lo respaldan. Para muchos, como ya explicó LPO, es un enredo seguir metidos en las PASO y quieren pasar a otra cosa, a cómo sumar votos para octubre.

Pero a los que estaban debajo de Solá en la lista no les causó mucha gracia la jugada, en caso de haber existido. Es que el supuesto dibujo en los telegramas perjudicó a los legisladores seccionales, ahora con menos perspectivas de entrar en octubre.

“Podríamos haber hecho 23 puntos, que es la votación real. Felipe se cortaba solo, quedaba segundo desplazando a Aníbal Fernández y nosotros metíamos un legislador más”, se lamentan, como si la elección general ya hubiese terminado.