El desafío de cuantificar la política

El Observatorio es una aplicación flexible que acompañará la carrera electoral. Una explicación de cómo se diseñó.

¿Es posible replicar en nuestro país el éxito que tuvo Nate Silver, el matemático que en 2012 acertó el ganador de la elección presidencial de EE.UU. en 50 de los 50 estados?

Eso está por verse. Lo que sí se puede hacer es desarrollar una metodología lo más precisa posible, que busque atenuar las distorsiones que alejan las predicciones de la realidad. En palabras de Silver, encontrar la señal entre el ruido.

El Observatorio de Encuestas de LPO no busca convertirse en un oráculo que anticipe meses antes quién será nuestro próximo presidente. La propia volatilidad de la política no lo permite. Es, en cambio, una plataforma que se encarga de recopilar las encuestas nacionales que se publican y, procesar los datos para calcular estadísticamente la probabilidad de que un candidato se alce con la victoria.

Pero a la hora de trasladar un modelo que funciona en otro país a la realidad argentina surgen los problemas: una cosa es procesar encuestas de una carrera bipartidista, un antagonismo entre demócratas y republicanos que tiene décadas de historia con reglas invariantes y donde la victoria de uno significa automáticamente la derrota de su adversario.

Muy distinto –y mucho más complejo- es el caso de un escenario multipartidista como el nuestro, en el cual los frentes se terminan de conformar pocos meses antes de las elecciones y atraviesan un camino con muchas más alternativas y posibles puntos de inflexión: primarias abiertas, primera vuelta con reglas especiales (como la diferencia de 10 puntos que consagra ganador al primero) y la segunda vuelta que define para los casos en que no se alcanzó una mayoría.

Ante la incertidumbre, la respuesta del Observatorio fue apelar al realismo y aplicar un enfoque probabilístico. Es decir, no buscamos predecir exactamente el porcentaje de votos que obtendrá un candidato, sino encontrar el rango de resultados dentro del cual caerá con una seguridad casi absoluta.

Otro gran problema al empezar a trabajar fue la escasez de datos: mientras las agregadoras de encuestas de EE.UU. tienen a su disposición los resultados de más de 300 consultoras políticas, el Observatorio de LPO trabaja con 18 encuestadoras que realizan su trabajo a nivel nacional. Es claro: a mayor tamaño de la muestra, mayor es la precisión.

Para contar con la mayor cantidad de datos, el Observatorio no descarta ninguna encuesta por el paso del tiempo. Simplemente se genera una serie en las que van perdiendo incidencia a medida que se acerca la fecha de la elección y las encuestas que se agregan tienen un peso mayor en los cálculos.

Una pieza fundamental del Observatorio de Encuestas de LPO fue el desarrollo de su propio sistema de ratings para las encuestadoras que participan de la plataforma. La idea fue crear una calificación basada estrictamente en los números, dejando de lado cualquier consideración cualitativa o ideológica, y basarse en los datos históricos para evaluar la performance que tuvo cada encuestadora entre las elecciones de 2007 y 2013.

De esta manera, todas las consultoras pueden participar de la plataforma bajo las mismas reglas de juego y la incidencia de sus encuestas en el cálculo final no tiene relación con la afinidad política que pueda haber tenido históricamente, sino únicamente con su performance a través de los años.

El resultado trajo sus sorpresas. Fue interesante observar como algunas consultoras hicieron excelentes predicciones en 2007 y 2011, dos años con claras victorias del oficialismo, mientras que en las elecciones legislativas de 2009 y 2013 su performance cayó drásticamente. Otras encuestadoras tuvieron resultados exactamente inversos. Una clara señal de cómo funciona el negocio de las encuestas en Argentina.

El Observatorio de Encuestas de LPO es una aplicación flexible que acompañará el desarrollo de la carrera electoral y reaccionará a los cambios en el escenario político. Muchos de ellos sucedieron durante la construcción de la plataforma: el quiebre de FAUNEN, la alianza de Carrió y la UCR con el PRO, el paso al costado de Hermes Binner y el fuerte crecimiento de Macri en los últimos dos meses son todos hechos políticos que sucedieron entre octubre del año pasado -cuando empezaron a recolectarse las encuestas- y nuestro lanzamiento, y todos ellos hoy se ven reflejados en la plataforma.

Por delante quedan muchas preguntas: ¿logrará acumular poder de fuego la candidatura de Margarita Stolbizer? ¿Crecerá Florencio Randazzo lo suficiente como para pelearle la candidatura del Frente para la Victoria a Daniel Scioli?

Además, ¿cómo cambiará el escenario tras las PASO de agosto? La experiencia indica que el escenario cambia drásticamente por el fenómeno del “voto útil”. Ante ese giro en la opinión pública, las encuestas previas pierden su valor y lo más razonable es descartarlas y empezar una serie nueva.

Finalmente, ¿quién logrará convencer a la mayoría de los argentinos de que es el indicado para conducir el destino del país por los próximos cuatro años? Una pregunta que esperamos poder anticipar, si logramos superar el desafío de cuantificar el complejo mundo de la política.