Elecciones 2015

El radicalismo aprobó la alianza con Macri y Sanz lo enfrentará en las primarias

Se resolvió además excluir a Sergio Massa, luego de una dura derrota de Cobos, Morales y Alfonsín.

Ernesto Sanz consiguió que la Convención radical aprobara esta madrugada una alianza con el Pro y la Coalición Cívica, tras doce horas de debate y un final con insultos e incidentes a salida del Teatro Gualeguaychú, sede de la reunión radical más trascendente de los últimos años.

Recién a las 5.24 de la mañana con 186 votos sobre 130 la moción de un acuerdo con Macri y Carrió se impuso sobre la de promover un acuerdo amplio con otras fuerzas, promovida por Gerardo Morales, Julio Cobos y Raul Alfonsín. La decisión incluyó la aprobación de un documento programático de cinco puntos, anticipado ayer a la tarde por LPO, que en el punto cinco contempla algún grado de libertad para las alianzas provinciales.

Cobos fue el gran derrotado de la tarde: no logro reunir los votos para frenar el acuerdo con Macri y, por decisión propia, resignó su candidatura presidencial.

Liliana Puig de Stubrin, presidenta de la Convención, debió aclarar que la ley de primarias le permite a cualquier candidato presentarse pero Cobos ya se había autosentenciado.

El diputado empezó a encontrarse con su final al mediodía, cuando Sanz y sus laderos, Federico Storani y Walter Ceballos, garantizaban los 190 convencionales que puntearon toda la semana. La suerte de los aliados radicales de Massa había quedado echada cuando Alfonsín no pudo frenar una fuga de buena parte de los 73 convencionales bonaerenses liderada por Gustavo Posse, un ex aliado del tigrense que terminó acompañando a Sanz. 

También fue clave para el triunfo los 80 suplentes que evitaron una sangría perjudicial. Hubo 330 sobre 337 posibles, demasiado para épocas con ocasionales reuniones partidarias. 

La Convención empezó con varios homenajes y la primera prueba de fuego fueron las impugnaciones planteadas por Cobos y Morales a neuquinos y correntinos. El resultado fue un vaticinio de lo que vendría: fueron rechazadas por 188 a 114.

Sanz esperaba superar los 190 en la votación final pero la tardanza y el duro debate ajustaron el numero.

El senador y ahora único candidato a presidente radical fue recibido con aplausos a las 16 y fue el primero en hablar tras homenajes e impugnaciones, en su condición de presidente del partido. 

Prefirió no andar con vueltas: propuso un acuerdo con "los partidos que siempre se opusieron al kirchnerismo" en alusión al PRO y a la Coalición Cívica. Le cerró la puerta a Massa al señalar que para vencer al kirchnerismo no se puede contar con alguien que haya estado en el Gobierno. E inició un duelo con Morales: "Banqué con mi cuero a los que se sacaban fotos con Sergio Massa", se jactó.

Planteó la antinomía peronismo-anti peronismo que el jujeño pediría más tarde reemplazar por kirchnerismo-antikirchnerismo.

En una secuencia que dio para respuestas de todo calibre, aclaró que competirá con Macri en las primarias, que el acuerdo le permitirá garantizar las bancas en juego y anticipándose a la chicana dijo que si Macri quiere privatizar YPF se lo impedirán los bloques parlamentarios. "Si hacemos el acuerdo medimos 35 puntos", se entusiasmó.

Morales apuntó duro a Macri: lo vinculó a políticas neoliberales y advirtió que un acuerdo con él obligaría a la UCR a seguir ese camino. Fue la primera de una serie de duros ataques de convencionales a Macri y Sanz, quien para no escucharlos se ausentó hasta la votación. 

El formoseño Luis Naidenoff -también aliado de Massa- habló de negocios con el PRO, Rozas recordó sus malas experiencias con Cavallo ("Me recomendó privatizar el agua y la luz", relató) y Ricardo Alfonsín vaticinó una desaparición de la UCR, además de machacar la gestión de Macri en la Ciudad.

"Hablan de entregarle un plan de Gobierno. ¿Y si no lo quieren? Ya habremos hecho el acuerdo", advirtió. "Hay gente que no va a elección y trató de que pasara esto", dijo luego, para explicar la dispersión del frente Unen. Pero Alfonsín fue otro de los grandes derrotados, no pudo garantizar para su sector ni a la mitad de los convencionales bonaerenses.

A Sanz lo defendió fuerte Storani con una denuncia: dijo que Massa iba a echar a 16 empleados producto de la votación de hoy. "Massa no bajó de Sierra Maestra. Era de la Ucedé y como todos los conservadores, se hizo peronista", lanzó. "No quiero más populismo, ni aún en sus versiones renovadoras". 

Storani no tuvo éxito en acortar los discursos y entrada la noche fue convirtiéndose en blanco de los insultos.

Los opositores al acuerdo no paraban de hablar y los aliados de Macri, pedían sin éxito que se votara y al menos una vez se respetaran los siete minutos permitidos para los oradores. 

Pasadas las 4 de la madrugada, Luis Menucci leyó la propuesta de Cobos y Morales y cuando Cevallos intentó enunciar la de Sanz le recordaron a gritos que no era convencional. Debió hacerlo entonces Storani y no la pasó bien: desde los palcos lo silbaban y le tiraban globos amarillos. 

El clima empezó a ponerse tenso y un grupo de jóvenes que se habían pasado el día afuera insultando a Sanz, forzaban la puerta para pasar. La policía debió disuadirlos y cerrar las persianas. 

"Vieron. Ya empezaron a reprimir", se burlaban los anti PRO. Pero las cartas estaban jugadas. La votación fue nominal, a viva voz y con algún insulto cruzado. La alianza entre la UCR y el PRO se sancionó por amplia mayoría.